Policía intercambio arma con su compañero para asesinar a su expareja

Alférez de la Policía Nacional perpetró macabro plan para asesinar a su expareja en lo alto de la zona de Pachacútec en Ventanilla

Video: Cuarto Poder

El reloj marca la 1:09 de la mañana, es el domingo 16 de junio y en medio del silencio de la noche, una cámara de seguridad logra captar a una pareja en lo alto de una loma en la zona de Pachacútec en el distrito de Ventanilla. Una escena que unos minutos más tarde tendría un trágico desenlace.

Una historia trágica que esconde una obsesión y una mente fría y calculadora de un oficial de la policía que planificó y ejecutó el crimen de su ex pareja para no dejar ninguna huella que luego lo pueda culpar del asesinato.

Alférez de la Policía Nacional planificó crimen

Todo comenzó horas antes, durante la noche del sábado 15 de junio en la comisaria de Playa Rímac en el distrito de Carmen de la Legua en el Callao. Fue ahí donde Christian Rojas Mego empezó con su macabro plan. Fue en busca del suboficial Joel Huachaca quien estaba bajo su mando y se encontraba descansando en el segundo piso de la misma comisaria.

Su objetivo era hacerse del arma de su subordinado, quien en su manifestación ha relatado detalles impensados que permitieron descubrir el siniestro plan del alférez Rojas Mego.

Esta es el arma que le asigna el estado a cada policía en actividad para su trabajo diario, marca Sig Sauer - modelo Sp2022.

En ese momento, y sin que el suboficial se percate, el alférez cambia las armas. Consumado el "cambiazo", el suboficial Joel Huachaca, tomo sus cosas sin percatarse de nada.

La primera parte del plan estaba hecha. Iba a cometer el asesinato con un arma que no era la suya. Así, el Alférez Christian Rojas, fue directo hacia Pachacútec en Ventanilla en busca de su expareja, videos muestran el auto negro de placa D3D-118 a nombre del oficial, recorriendo la zona camino a la casa de Rosa Luz Huertas Soto.

Una cámara capta a la pareja en esta loma en la zona de ‘Cuatro Suyos’ en Pachacútec, desde la 1:09 hasta 1:18 de la mañana, según los agentes de homicidios son los últimos instantes con vida de la joven madre.

La segunda parte del plan estaba cumplida. Había eliminado toda evidencia que permitiera identificar el arma de donde salieron los disparos.

Luego del asesinato, el Alférez Christian Rojas siguió adelante con su elaborado guión criminal, regresó a la comisaria en busca del suboficial Joel Huachaca, quería devolverle el arma con la que minutos antes había asesinado a expareja.

La tercera parte del plan también había salido a la perfección. Logró devolver el arma cambiada. Sólo faltaba ejecutar la cuarta parte del plan. Debía tener evidencias de que no estuvo en Ventanilla a la hora del crimen.

Pero como suele ocurrir algunas veces, no siempre el crimen es perfecto. Su primer y más grande error fue no recoger todos los casquillos de la escena del crimen. No se dio cuenta de que uno de los siete proyectiles que había disparado contra Rosa Luz se quedó en el cuerpo de la joven. Ese proyectil fue clave para desentrañar el asesinato.

Identificada el arma desde donde se hicieron los disparos, las pericias balísticas y las pruebas de absorción atómica practicadas al suboficial Joel Huachaca y al Alférez Christian Rojas, establecieron que solo el alférez dio positivo para restos de plomo, antimonio y bario por haber disparado un arma de fuego.

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