Fiscal recibió toda la información solicitada a la policía y liberó a cómplices de 'Maldito Cris'

Uno aseguraba ser taxista y el otro dedicarse a la entrega de productos por delivery. Sin embargo, para la policía no hay dudas. No sólo eran amigos de fiestas y excesos, sino también parte de la misma banda, la banda de criminales que lideraba el sicario apodado ‘Maldito Cris’.

‘Maldito Cris’ era el alias con el que se hizo conocido Christopher Fuentes Gonzales, el peligroso sujeto de 24 años que no dudaba en apretar el gatillo cuando alguien le salía al frente en medio de un atraco.

Su vida transcurrió a sangre y fuego, lo mismo que su muerte. Cayó abatido en esta calle de San Martín de Porres la tarde del último 16 de junio. Esa misma tarde, fueron detenidos estos dos sujetos.

Los exámenes químicos practicados a sus manos, confirmó que ambos habían realizado disparos recientemente.

Con el cabecilla de la banda muerto y sus dos cómplices detenidos, la tranquilidad parecía haber llegado en parte a la ciudad. Pero a veces, la tranquilidad, así como nace, también muere: en un instante.

Eso fue lo que ocurrió cuando se supo que estos dos sujetos fueron dejados en libertad, 48 horas después de haber sido apresados. La medida fue tomada por la fiscal María del Socorro Abad Tandazo, titular del primer despacho de la novena fiscalía provincial penal corporativa de Lima Norte.

Además de un profundo malestar, la decisión fiscal causó gran revuelo e indignación. Más todavía cuando se supo que tenía un empaque de legalismo y formalismo burocrático.

¿Qué ocurrió realmente? ¿Y quién es el responsable de tamaño despropósito?

La fiscal Abad culpó a la policía por remitir los documentos fuera de los plazos de ley. Dijo que, por esa razón, tuvo que dejar en libertad a los cómplices de Maldito Cris.

Sin embargo, este detallado informe policial echa por tierra la versión fiscal. Aquí se detalla, paso a paso qué ocurrió después de la detención de los presuntos cómplices de Maldito Cris.

La línea de tiempo empieza con la intervención policial a las 5 y 50 de la tarde del 16 de junio.

El 17 de junio, y con la finalidad de seguir con las diligencias del caso, un agente de la división de homicidios de la Dirincri llamó en tres ocasiones a la fiscal María Abad Tandazo.

Como la fiscal no contestó las llamadas, el agente decidió escribirle varios mensajes a través del aplicativo WhatsApp.

A las 10 y 43 de la mañana, le escribió: “Dra. buenos días le saluda el SB. PNP. Augusto RODRIGUEZ VIDAL, de la División de Investigación de Homicidios, le llamaba para coordinar las diligencias que se va realizar respecto a la intervención realizada por personal de Secuestro. Urge que se comunique con el suscrito”.

A las 10 y 44, siguió: “Dra. El tiempo nos gana y no tenemos Fiscal para las diligencias. Tenemos que recepcionar la declaración de los agraviados PNP”.

Luego, el agente sigue enumerando todo lo que aún estaba pendiente de trabajar.

A las 10 y 45, le escribe a la fiscal que aún faltaba: “Recepcionar la declaración del personal interviniente y la declaración de los detenidos”.

Un minuto después, a las 10 y 46, le anota. que había que elaborar las “Actas de visualización de las cámaras de video seguridad. Y otras propias de las investigaciones”.

Pero la fiscal no contestaba las llamadas por teléfono ni los mensajes de WhatsApp. Sin embargo, el sub oficial Augusto Rodríguez Vidal siguió insistiendo.

La fiscal Abad Tandazo contestó los mensajes recién a las 11 y 9 de la mañana. “Envíeme todos los actuados que tenga con relación a la intervención, acta de detención y demás pertinentes”.

El agente de la policía remite a la fiscal la información solicitada en un archivo de PDF a las 11 y 35 de la mañana. Y las 12 y 40, le pide “la disposición fiscal”. Las coordinaciones continúan ese día hasta las 11 y 33 de la noche. A esa hora la fiscal solicita al policía lo siguiente: “Envíeme los avances de lo tenga, pericias absorción atómica, de balística, informe de Sucamec, etc”.

El 18 de junio, la jornada laboral empezó a las 8 y 36 de la mañana con un pedido de la fiscal al policía a cargo de la investigación. María Abad escribe: “Brigadier buenos días, se debe recabar esos documentos inmediatamente. Son de suma importancia para la investigación. Asimismo, (faltan) los videos para visualizar”.

Unos minutos después, la fiscal también pide las pericias de criminalística.

A las 10 y 3 de la mañana, el policía Rodríguez responde enviando un informe de 170 páginas en un archivo en formato PDF. Y una hora después, otro de 19 páginas.

A las 4 de la tarde, la fiscal solicita el resultado de la Absorción Atómica, el examen practicado a los detenidos para saber con certeza si habían efectuado disparados. El policía remite ese documento a las 4 y 47 de la tarde.

La comunicación finalizó a las 5 y 35 de la tarde con un mapa que envió la fiscal con la ubicación de su oficina.

Si la fiscal María Abad Tandazo tenía toda la información que solicitó a la policía, ¿qué ocurrió para que tras 48 horas de detención dejara en libertad a los dos supuestos cómplices de Maldito Cris?

Ella no ha respondido los mensajes dejados por este programa en su celular y en la oficina de prensa de su jurisdicción.

La institución a la que pertenece sí ha respondido, con una resolución en la que se da por concluida su labor como fiscal. La fiscal que liberó a los cómplices de ‘Maldito Cris’ hoy dejó de ser autoridad.