Joven hallada en maleta: Videos de sus últimas horas
Eurika del Valle Ortiz fue secuestrada tras abordar un mototaxi. Cámaras de seguridad revelan sus últimas horas con vida.
La ruta de una joven venezolana terminó en tragedia. Eurika del Valle Ortiz, de 25 años, fue reportada como desaparecida en Puente Piedra y al día siguiente, su cuerpo fue encontrado sin vida dentro de una maleta abandonada en Ventanilla.
El caso ha generado conmoción no solo por la crueldad del crimen, sino también por las imágenes que reconstruyen sus últimas horas de vida.
Eran cerca de las 6 de la tarde del sábado 5 de abril. Cámaras de videovigilancia captaron a Eurika descendiendo de un mototaxi con aparente calma. Vestía una falda negra y una chompa clara, las mismas prendas que llevaba cuando fue reportada como secuestrada. Ingresó sola a un establecimiento comercial, donde estuvo por algunos minutos.
En el interior del local, se la observa tomando algunos productos. Paga en caja y se retira caminando con normalidad, sin saber que ese sería su último instante en libertad. Minutos después, abordó nuevamente el mototaxi que la esperaba afuera. Desde entonces, no volvió a ser vista con vida.
Al día siguiente, su cuerpo fue hallado en el interior de una maleta. Presentaba signos de tortura. Según el informe forense, habría sido colocada en la valija aún con vida, falleciendo por asfixia.
Fue identificada gracias a varios tatuajes que llevaba en distintas partes del cuerpo: un corazón en el antebrazo, la palabra “familia” cerca del abdomen y el nombre “Gregori” en uno de los brazos, lo que permitió establecer contacto con sus familiares en Venezuela.
HIPÓTESIS DEL CRIMEN
Los investigadores manejan dos posibles hipótesis sobre el móvil del crimen. La primera sugiere un vínculo con redes de trata de personas que operan en la zona norte de Lima. La segunda, que estaría relacionada al cobro de cupos para una organización delictiva con presencia en el país, conocida como el "antitren de Aragua".
Eurika llegó al Perú con la esperanza de un futuro mejor. Migrante, madre de dos hijos, y conocida por su presencia en redes sociales, fue descrita por sus seres queridos como una joven alegre, cercana a su familia y con deseos de salir adelante. Hoy, su historia se convierte en una más en la larga lista de crímenes que aún esperan justicia.
La familia ha solicitado ayuda para repatriar su cuerpo. Desde Venezuela, su madre recuerda a la niña de uniforme escolar, con la mirada tierna y la sonrisa que quedó congelada en videos y fotografías. Su asesinato, aún sin esclarecer, deja muchas preguntas abiertas y una ruta marcada por el horror.