Grupo de policías es acusado de ejecuciones extrajudiciales
Un testigo dio cuenta de que en operativos organizados, la Policía ejecutaba sin piedad a los delincuentes, a pesar que estos se rendían
Un sujeto, que no quiso mostrar su identidad por miedo, reveló a Cuarto Poder de la existencia de un grupo delictivo que habría operado del 2012 hasta, al menos, el 2015 en Lima y provincias, de ser el responsable de una veintena de ejecuciones extrajudiciales, de robo de dinero público, de crear falsos escenarios, engañar a la opinión pública y manipular voluntades a cambio de galones en la Policía Nacional.
“No pensaba que iba a haber tantas muertes, como también de gente inocente que a veces por la necesidad de dinero. Somos seres humanos y morir de esa forma…cobardemente acribillado por la Policía, no es bueno (…) (¿Por qué usted dice que mueren acribillados?) Se rendía, la Policía los mataba sin piedad alguna”, acusó el testigo que ahora teme por su vida y dice que sufre de seguimientos.
Afirma haber sido testigo y parte de un grupo de civiles, que pagados por un comandante de la Policía, reclutaba, engañaba e incentivaba a delincuentes de poca monta y a personas hábidas de dinero fácil, a cometer delitos.
Asegura que un oficial de Inteligencia le pagaba a él y a otros para que sedujera a gente con el cuento de dar un golpe fácil y muy rentable, grabarlos en los preliminares para justificar el uso de partidas de inteligencia y centrar a los incautos con fecha y hora.
El comandante de la Policía, Enrique Prado Ravines, según relata, intervenía entonces abortando el presunto delito y lo presentaba como una gesta de la inteligencia policial, lo que le servía para lograr ascensos para él y sus hombres, hacer un uso indebido de las partidas de dinero de inteligencia de la policía y quedarse con una parte de él.
Consultado al respecto, el comandante Prado Ravines se negó a responder pero su abogado negó todas las imputaciones.
El testigo insistió en que trabajó para él durante un año y medio y que por cada trabajo ganaba entre 500 y 800 soles. Además cuenta que en muchos casos, los presuntos delincuentes morían oficialmente en enfrentamientos con la Policía, cuando en realidad eran ejecutados extrajudicialmente para no dejar ningún rastro, ninguna pista de la verdadera historia que había detrás de los éxitos policiales.
Esta no es la primera vez que Prado Ravines es acusado por hechos similares. El coronel Edgar Aybar Canales, de Inspectoría, recibió la denuncia, la trabajó preliminarmente y elaboró el informe al que tuvo acceso Cuarto Poder, el 08-2015 donde recomendó como medida preventiva, la separación temporal del comandante Prado Ravines y los que resultaran responsables.
Como correspondía, el inspector envió la denuncia y su informe a la 35 Fiscalía Penal de Lima por tratarse en principio de delitos comunes y no de índole militar policial que se ventilan en su propio fuero. Por reglamento, Inspectoría de la Policía solo puede sancionar administrativamente a los malos efectivos y ordenar su pase a retiro.
El testigo asegura que no es solo Prado Ravines el policía involucrado y cuenta cómo otros uniformados se habrían prestado para embaucar a los presuntos delincuentes que según él terminaban pensando que estaban frente a un blanco fácil, como por ejemplo, secuestrar a un desprotegido empresario.
En su defensa, el abogado del comandante Prado Ravines, aseguró que todo es parte de una venganza en su contra y que no ha recibido ninguna notificación sobre la denuncia del caso.