Abugattas sobre Línea 2: Hicieron tramo 1A para que Humala salga elogiado
El congresista afirmó que en un inicio se trató de 24 tramos; sin embargo, se hizo una modificación para que el expresidente pueda inaugurarlo
En abril de 2014 Ollanta Humala junto al entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes, suscribió un contrato con la sociedad concesionaria Metro de Lima – Línea 2, conformada por Cosapi del Perú, Iridium y Viala de España, Salini Impregilo, Ansaldo STS y Ansaldo Bredo de Italia, para construir el metro subterráneo de 34,5 kilómetros de longitud con 35 estaciones.
El llamado Metro de Lima recorrería13 distritos y movilizaría en los días de mayor demanda hasta 1 millón 200 mil pasajeros. Un proyecto valorizado en 5 mil 346 millones de dólares.
Sin embargo, las investigaciones de la Contraloría a cargo de Édgar Alarcón, reflejaron las innumerables irregularidades y hasta posibles actos de corrupción en los que habrían incurrido 24 funcionarios de ProInversión, hoy denunciados ante el 35 Juzgado Civil de Lima, por los millones de dólares de sobrecosto que generaría su presunta negligencia. No solo los funcionarios de Proinversión serían denunciados.
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Este megaproyecto es una inversión pública privada en la que el Estado peruano se comprometió a aportar 3695 millones de dólares, el 70% del total y el 30% restante, 1651 millones los aportaría el consorcio constructor.
En la propuesta técnica que presentó el consorcio ganador se estableció que la construcción del Metro de Lima contaría con 24 etapas y, como todo proyecto de gran envergadura, debía empezarse desde el punto 1 o de partida establecido en el diseño de la obra, es decir, a la altura de la Municipalidad de Ate, pero antes de firmarse el contrato ProInversión decidió adelantar la primera etapa de la obra para que estuviera lista en setiembre de 2016, añadiendo un punto que no existía: el 1A, que arrancaba varios kilómetro más adelante del punto de partida previsto.
La denominada etapa 1A mide 4.3 kilómetros y va entre la Estación Mercado de Santa Anita hasta la estación Evitamiento. En el mapa se ubica poco antes de la mitad del tramo total por donde recorrerá el Metro de Lima. ¿Cuál fue el criterio técnico para incumplir con el diseño original y cuál fue el apuro de empezar una obra casi por la mitad del trayecto total?
Según el excongresista, Daniel Abugattas, el punto 1A respondía al capricho del expresidente Ollanta Humala para que este aparezca iniciando las obras. Una frivolidad que de acuerdo a la Contraloría podría representarle al Estado un gasto adicional de 156 millones de dólares.
"Los tramos eran del 1 al 24 e hicieron el 1A para que el señor Ollanta Humala salga en un baño de gloria inaugurando la obra emblemática del gobierno, porque esa era", sostuvo Abugattas.
Este tramo ubicado en medio de la obra tiene un avance de apenas 1 kilómetro y medio y según contrato, el consorcio constructor se comprometía a entregarlo el 30 de setiembre de este año, un compromiso que difícilmente se cumplirá por los pocos avances que registra el proyecto.
Pero las responsabilidades no son exclusivas de las entidades del Estado comprometidas en este megaproyecto, sino también del consorcio a cargo de la construcción.
A la fecha, el Ministerio de Transportes ha entregado habilitados solo 7 de los 73 terrenos y aún no ha cumplido con retirar las tuberías de agua, gas y luz por donde se tiene que construir el Metro subterráneo.
Otro gran obstáculo que enfrenta el Metro de Lima es la observación sobre la seguridad sísmica que los supervisores de la obra han hecho.
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El consorcio integrado por la peruana Cesel, las dos empresas estatales chinas Railway First Survey and Design Institute Group and Xian Engineering Consultancy and Supervisión y las coreanas: Dohwa Engineering y la estatal de Corea del Sur Busman Transportation Corporation, ha señalado un inconveniente cambio en el estándar de resistencia sísmica de la construcción. En el contrato inicialmente esta resistencia era de 1.5, la que garantiza la supervivencia de las estructuras tras un terremoto o un tsunami de magnitud sísmica 9; sin embargo, el consorcio constructor está aplicando el factor 1.3 que utilizaría menos materiales, porque según ellos así se lo permite el contrato.
Según representantes del consorcio constructor, la resistencia sísmica de factor 1.3 también resiste un terremoto de magnitud 9 y respaldan esta propuesta en la construcción de dos metros, que al igual que el Perú, se encuentran dentro del llamado cinturón de Fuego, uno construido en Chile y otro en la ciudad de San Francisco en Estados Unidos.
Frente a esta situación, el excongresista Daniel Abugattas denunció penalmente a la actual Directora Ejecutiva de Ositran, Patricia Benavente y al exministro de Transportes, José Gallardo Ku, por haber permitido que se utilice una resistencia sísmica de 1.3 un factor menor a la que se establece en el Reglamento Nacional de Edificaciones.
La presidenta ejecutiva de Ositran, Patricia Benavente, el ex ministro de Transportes, José Gallardo Ku y el ex ministro de Vivienda, Francisco Dumlel dieron una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno, el 18 de mayo de este año, donde coincidieron en defender que la resistencia sísmica de 1,3, propuesta por el consorcio ganador era suficiente para el Metro de Lima
Por su parte, el consorcio responsable de la construcción del Metro de Lima sostiene que otra de las causas del retraso de la obra se debe a un problema de comunicación con el consorcio que supervisa sus trabajos.
El Contralor Edgar Alarcón ha recibido una serie de críticas por haber puesto al descubierto las irregularidades de esta millonaria inversión. Hay quienes lo acusan de pretender paralizar la obra, solo por realizar una auditoría preventiva que busca evitar que se pierdan los recursos del Estado.
De otro lado, el actual ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, visitó las instalaciones donde se viene construyendo la línea 2 del Metro de Lima y se ha comprometido a destrabar esta obra y culminarla para Bicentenario.