Hoy:

    La muerte de Gustavo Trujillo Benguer en el Congreso: Su familia aún busca justicia

    A cuatro años de la muerte de Gustavo Trujillo Benguer en el tópico del Congreso, Susalud absolvió de responsabilidad al Parlamento 

    Trágica muerte en el Congreso sigue impune desde hace cuatro años. Foto y video: Cuarto Poder

    Gustavo Trujillo Benguer era un hombre grande. Medía cerca de 1 metro 90 y bordeaba los 100 kilos. En imágenes se le ve caminar hacia el tópico del Congreso de la República.

    De 44 años, el entonces asesor principal de un congresista sale de los ambientes del tópico a la espera de su turno de atención, da vueltas en un mismo cuadrado, parece inquieto. Fue la última vez que se le vio de pie. Una hora después comenzó a perder los signos vitales.

    El doctor Miguel Marquina Lara, actualmente médico jefe del tópico del congreso, era también el entonces jefe del tópico, aquel 4 de marzo, donde ocurrió la atención y evacuación del economista Gustavo Trujillo Benguer, hoy muerto.

    Estas imágenes jamás salieron a la luz, hasta hoy.  Tras la muerte del asesor parlamentario, una investigación oficial descubrió una maraña de irregularidades en el tópico del Congreso.  Un lugar que, ni siquiera contaba con un desfibrilador para casos de emergencia. Tampoco tenía ni tiene hasta ahora el registro de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) para brindar atención médica al público.

    Tras los hechos, una larga y prolija investigación de la propia intendencia de fiscalización de Susalud concluyó que hubo negligencia en la actuación del tópico y recomendó multar al Congreso con un millón de soles.

    Extrañamente, y apenas enterados de que el caso sería público, esta semana Susalud emitió una resolución final en la que se absuelve de responsabilidad al Congreso. Argumentaron que como no se puede determinar si el tópico del Congreso califica como una institución prestadora de salud, no les corresponde a Susalud aplicar una sanción.

    Esta historia trágica empezó el lunes 4 de marzo de 2019, Gustavo Trujillo asistió a sus oficinas, el despacho del entonces congresista fujimorista Ángel Neyra Olaychea.

    Trujillo era un economista egresado de la universidad agraria La Molina, experto en comercio exterior, padre de dos pequeñas hijas, era el pilar de su familia. También era un querido profesor universitario, quien sintió por segunda vez en esa semana dolores en el pecho tan fuertes que prefirió ir al tópico en busca de ayuda.

    Aquí lo vemos entrar a las 9 y 51 de la mañana.  
    Una cámara que se mantiene en el mismo lugar hasta hoy registró al entonces trabajador parlamentario entrar y salir del tópico tres veces.  Si bien una enfermera del Congreso ya había evaluado sus signos vitales, Gustavo recién entró a consulta a las 10 y 15 de la mañana. Veinte minutos después de llegar al tópico.

    Gustavo fue atendido en el tópico del Congreso por dos médicos de la clínica Internacional debido al convenio que tenía el legislativo con la compañía de seguros Rímac. Según el propio informe de atención a las 10 y 30 de la mañana, a Gustavo Trujillo le hicieron un electrocardiograma que según la entonces doctora de la clínica Internacional, Giovanna Alcalde Mostacero, no presentaba alteraciones aparentes.

    El informe de atención revela además que mientras Gustavo Trujillo iba perdiendo los signos vitales, el personal del tópico no tenía a la mano los equipos necesarios para atender esa emergencia.

    A las 11 y 5 de la mañana, otra cámara de seguridad ubicada en el frontis de Palacio Legislativo apunta la llegada de la ambulancia que en reversa se desplaza por el jirón Simón Rodríguez.

    En instantes se observa al técnico del tópico Luis Flores corriendo hacia la unidad para retirar la camilla en donde piensan evacuar al trabajador del congreso que seguía perdiendo sus signos vitales.

    Flores lleva la camilla hasta el tópico. En minutos sacan a Gustavo Trujillo Benguer tendido y rodeado de siete personas entre ellas la doctora Alcalde de la clínica internacional y el técnico Luis Flores del congreso.

    La otra cámara muestra a todo el personal apurado por embarcar en la ambulancia a un trabajador del Congreso que estaba perdiendo la vida. Los esfuerzos por reanimarlo eran inútiles. La situación era crítica y el técnico Flores lo sabía. En esos instantes la cámara lo capta haciendo un gesto más que comprometedor.

    Según la cámara de seguridad del Congreso, la ambulancia salió rumbo a la clínica internacional a las 11 y 10 de la mañana en pleno tráfico del centro de Lima, pero según el informe de atención la ambulancia salió mucho más tarde, a las 11 y 48 de la mañana y recién a las 12 y 15 llegó a emergencias con un paciente sin signos vitales.

    Gustavo Trujillo Benguer recibió varias descargas eléctricas en el pecho para ser reanimado a como dé lugar. Ese fatídico lunes 4 de marzo de 2019 fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivo de la clínica Internacional en donde solo terminó de morir.

    Cuatro años después, la familia, la viuda de Trujillo esperaba sanar una herida que parece seguirá sangrando a borbotones.

    El último jueves la superintendencia nacional de salud, SUSALUD emitió una resolución que misteriosamente despedazaba el informe final sancionador de su propia intendencia de fiscalización. Uno que recomendaba imponer una millonaria multa contra el tópico del congreso por haber atendido sin el registro de SUSALUD y por no haberse realizado un debido seguimiento a los síntomas de Gustavo Trujillo luego de recetarle el alprazolam.

    La nueva y oportuna resolución absuelve de toda responsabilidad al tópico del congreso por supuestamente no haber “quedado del todo establecido” el tipo de servicio que ahí se brinda. A estas alturas no se sabe si este lugar es una institución prestadora de servicios de salud, también llamada IPRESS.  

    Lo insólito es que en el Congreso parece que piensan que sí lo son.