Guerra en Gaza: La tregua entre Israel y Hamás que permitió la liberación de rehenes
Después de 7 semanas de incesantes ataques y bombardeos, Israel y Hamás acordaron una tregua e intercambio de prisioneros y rehenes
De estos autos bajan los rehenes que Hamás tenían cautivos en Gaza. Los primeros liberados por el grupo terrorista son 10 tailandeses y un filipino, pero también hay 13 mujeres mayores de origen hebreo como Hanna Katzir, quien es cargada por un encapuchado hasta una de las camionetas de la Cruz Roja internacional.
Desorientada sale de otro vehículo de Hamás, Yaffa Adar de 85 años y unos minutos después aparecen Channah Peri y también Adina Moshe. El rostro de desconcierto de esta mujer es evidente, la única que se anima a hacer un saludo con la mano es Margalit Moses de 78 años.
Después de 7 semanas de incesantes ataques, muertes y bombardeos, la guerra en el Medio Oriente vive, por ahora, una paz momentánea. Se trata de una tregua de cuatro días entre israelíes y palestinos que empezó el último viernes y que incluía la liberación de prisioneros de guerra en la frontera con Egipto. En una caravana de la Cruz Roja los rehenes israelíes iban camino a la libertad.
Lejos de allí, con vivas y armas. Así vivieron los palestinos la liberación de su gente. En Jerusalén, la ciudad sagrada, los palestinos liberados eran recibidos en olor a multitud, cargados en hombros y con decenas de celulares registrando cada detalle de este momento.
Sólo unos días antes de esta tregua, las fuerzas israelíes incursionaron y bombardearon parte de las instalaciones del hospital de Al- Shifa, buscando algo en su interior.
En este hospital se atendían a los heridos. Era el lugar en el que los médicos se multiplicaban para atender a niños, ancianos, mujeres y hombres. El complejo de salud donde se intentaba ponerle freno a la muerte. La muerte que llegó a este lugar desde el aire en forma de misil.
Después del bombardeo, el hospital quedó así, en ruinas. Inhabitable. Inservible.
¿Pero por qué las tropas israelíes pusieron la mira de sus misiles en parte de las instalaciones del hospital Al- Shifa? ¿Qué se escondía aquí o en sus alrededores que era tan importante para la milicia de Israel?
La versión israelí señala que debajo del hospital de Al-Shifa funcionaba el centro de operaciones militares de Hamás, el grupo terrorista que gobierna en Gaza. De aquí se impartían las órdenes de guerra contra Israel. Esas que se pusieron en marcha el 7 de octubre último, el día que se desató el infierno.
El hospital era, según la versión israelí, la fachada perfecta para planear los ataques contra Israel sin despertar una sola sospecha. Los pacientes y médicos eran la pantalla ideal para los planes terroristas.
¿Pero cómo era este túnel por dentro que lo hacía tan diferente del resto de los otros recovecos subterráneos que tiene Hamás en Gaza?
El baño bajo tierra era de losetas y tenía todas las comodidades para los comandantes de Hamás. Conexiones de agua para que funcione sin problemas un lavabo y un escusado.
Aquí había hasta un dispensador de jabón en la pared.
Este oficial muestra otro de los ambientes. Es una habitación que se cree era una sala de reuniones. El lugar contaba con losetas blancas y electricidad en medio de un túnel de 300 metros de extensión.
El pequeño lavadero de granito con muebles bajos también contaba con un sistema de agua.
El calor infernal, seguramente por la falta de oxígeno, era aplacado con este equipo de aire acondicionado. Los oficiales de Hamás no la pasaban nada mal al menos en este túnel. Tenían camarotes, luz eléctrica y aire fresco a su disposición.
Pero esto no es todo. En este laberinto subterráneo hay escaleras e instalaciones eléctricas por todos lados.
Por este estrecho lugar también hay pasajes secretos, esquinas peligrosas y trampas mortales. Aquí hay que caminar con cuidado. Con mucha precaución.
Los soldados encuentran un nuevo pasadizo, pero este tiene una gruesa puerta de acero. Es el escudo perfecto para un ataque sorpresa. El enemigo es un blanco fácil por su indefensión y poca capacidad de maniobra.
Estos túneles debajo del hospital Al-Shifa estaban interconectados con varias salidas hacia el exterior. A este puesto de control de guerra de Hamás se podía llegar desde fuera sin llamar la atención. Por ejemplo, usando esta casa que se parece a cualquier otra.
Era la coartada perfecta. Nadie podía sospechar. La vivienda tenía un salón de clases para niños. Una perversa forma de morir y matar.
Mientras las fuerzas de defensa de Israel revisan metro a metro los interminables túneles de Hamás, la tregua de cuatro días ha permitido que los gazatíes salgan a las calles y regresen a ver si sus casas aún siguen en pie después de 7 semanas de ataques que han dejado pocas edificaciones en pie.
En medio de la destrucción y la muerte, el horror de la guerra ha hecho una pequeña pausa y ha permitido inmensas alegrías. Los rehenes ya se reencontraron con sus familias como el pequeño Ohad Munder que va corriendo a los brazos de papá. Es el abrazo más esperado entre ambos. El niño cumplió 9 años en medio del cautiverio. Con Ohad también fueron liberadas su madre Karen y su abuela Ruti.
Yoni Asher es otro padre que pudo ver regresar a su familia, después de 49 días de secuestro. Ahora no deja de abrazar a su esposa Doron y a sus hijas, Raz de 4 y Aviv de 2 años.
“Mamá ha vuelto”, ha escrito Yair Moses en sus redes sociales. La mujer que mandó el saludo con la mano a la cámara cuando era liberada por Hamás, ya está también con los suyos.
Los gazatíes liberados también celebran en las calles de Jerusalén. Después de 7 semanas de infernales ataques, las calles de Gaza lucen así con el color de la guerra. 15 mil personas muertas, un millón 700 mil desplazadas y la mitad de la ciudad destruida. Que la tregua se prorrogue de manera indefinida. Que la guerra, por fin, se acabe.