El Agustino: Estudiante murió por confusión de sicario

Un joven estudiante de Derecho, que soñaba con ser fiscal, fue asesinado por error de unos sicarios en El Agustino. Ahora, la familia de Renzo Cajo exige justicia.

Foto y video: América Noticias

Tenía apenas 28 años y murió a balazos por la confusión de un sicario. Hemos llegado al punto en que la ciudadanía lleva sus muertos a la puerta de la dependencia que debería protegerlos impotencia, rabia, frustración y desesperación describen el sentir de todos los que conocieron a Renzo Joel Cajo Alvinco.

Hartos de la delincuencia que azota la zona donde viven, llevaron el cuerpo del estudiante a la comisaria, que está a una cuadra del lugar donde lo mataron para exigir justicia. Le faltaban apenas 4 meses para terminar la carrera de derecho, soñaba con convertirse en abogado penalista y luego ser fiscal, un hombre decidido, buena onda, siempre con una sonrisa, le deparaba un futuro brillante Renzo Joel era apasionado no solo con su carrera y los estudios.

Renzo salió por la noche para comprar comida a unos metros de su vivienda acompañado de sus primos, cuando un sicario apareció a bordo de una moto y disparó a las personas que estaban ahí. En el intento deponerse a buen recaudo, sin embargo, dos balas lo impactaron en el brazo y la espalda.

Renzo falleció camino al hospital, en los brazos de su primo… sus padres apenas llegaban a su vivienda cuando los llamaron para darles la trágica noticia. Así de simple, le arrebataron la vida a un inocente con el rugido de sus motos, sus compañeros moteros le rinden honores. Sus amigos del barrio exigen justicia afuera de la comisaria de San Cayetano.

Ingresaron un documento para exigir se realicen las investigaciones, con copia al ministerio del interior y a la Comisión de Justicia del Congreso.

Renzo era un chico empeñoso, que instruido en leyes solo quería defender la verdad en tribunales, ahora sus padres no pueden tener paz hasta no encontrar justicia por riñas entre delincuentes que viven libres y con total impunidad en las calles mientras que el camino que no podrá seguir recorriendo será impulsado por el clamor de justicia que ya nadie tiene seguro.

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