Hoy:

    Rusia: Construyen refugios nucleares ante amenaza de guerra

    Rusia comenzó la producción masiva de refugios móviles para protegerse de la radiación nuclear. En tanto, en Suecia y Finlandia se distribuyen panfletos de orientación en caso de una eventual guerra

    Parecen simples contenedores de carga, pero en realidad son refugios reforzados, capaces de proteger a quien los use, de diversas amenazas como la radiación nuclear.

    Y han comenzado a construirse, de forma masiva, en Rusia. El anuncio coincide con la escalada del conflicto con Ucrania, cuando Estados Unidos autorizó el uso de sus armas contra territorio ruso, y el lanzamiento de los primeros misiles ATACMS.

    Los KUB-M, que Moscú está preparando al este de Moscú, constan, en su configuración estándar, de dos módulos. Tienen una capacidad para albergar a 54 personas, y se podrían ampliar a más, de ser necesario.

    Son modelos transportables que pueden instalarse de forma rápida, conectarse a suministros de agua y que, según los especialistas, brindan una protección de 48 horas contra la onda de choque del aire y la radiación luminosa de una explosión nuclear.

    Además, protege de explosiones de armas convencionales; la caída de escombros de estructuras de concreto, así como productos químicos peligrosos, y hasta incendios.

    Y aunque el gobierno de Vladimir Putin no vinculó esta decisión con ninguna crisis específica, el anuncio coincide con el momento de alta tensión.

    “Ucrania cuenta con capacidades de largo alcance: drones de producción propia, misiles Neptuno largos y ahora ATACMS. Los usaremos todos”, mencionó Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania.

    Una advertencia a la que Rusia respondió con la ampliación de la doctrina militar del Kremlin y que le permite el uso de armas atómicas ante agresiones convencionales.

    "La actualización de la doctrina militar no agrega nada que Occidente no sepa, y no agrega nada que sea diferente”, Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.

    El temor también se extendió a Suecia y Finlandia, países que por años se mantuvieron neutrales en los conflictos, pero que este año firmaron su adhesión a la organización del Atlántico Norte.

    Por ello, comenzaron a distribuir panfletos con recomendaciones de cómo prepararse para una posible guerra.

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