Testigo revela que nadador paralímpico recibía amenazas de muerte

La mujer que evita todo contacto con la prensa se llama Elizabeth Alday. Sus miedos son justificados. Es la testigo clave del crimen de Juan León Durán, el nadador paralímpico que recibió varios disparos de dos desconocidos en la puerta de su casa en Santa Rosa en Ancón, el último 2 de marzo.  

Pero los silencios de Elizabeth Alday se rompieron con los agentes de la DEPINCRI Puente Piedra, donde se investiga este crimen.

Testigo: Se dirige hacia la puerta y escucho la siguiente frase: "Ya fuiste, hue***”.  Seguidamente escuché entre tres a cuatro disparos.

La testigo reveló detalles de los últimos momentos en vida de su amigo.

Testigo: Juan León Duran me llamó para decirme que si podía traerle almuerzo. Le dije que sí. Nos sentamos a conversar y me contó su historia desde pequeño…Como a las siete de la noche decidí irme a mi casa. Pero, Juan me dijo: “Quédate conmigo un rato más porque tengo miedo de quedarme solo”. Le pregunté: ¿Por qué? Me respondió: “Me han amenazado, me van a matar”.

Cuando ella le preguntó por el autor de las amenazas, él le dijo que no podía revelarlo. Por esa razón, la testigo decidió quedarse acompañando a su amigo.  

Testigo: A las 5:45 tocan la puerta de la casa. Juan pregunta quién es. Desde afuera le responden: Soy “Platanito", tu amigo. “Yo no conozco a ningún platanito, ¿quién eres?”... Juan se levanta y me dice “cierra la puerta del cuarto y no salgas para nada. Desconecta la luz del cuarto”. Se dirige hacia la puerta y escucho la siguiente frase: “Ya fuiste, hue***”.  Seguidamente escuché entre tres a cuatro disparos. Al rato, ingresaron dos hombres que hablaban entre ellos. “Rebusca, rebusca”, decían. Vi que sacaron unos documentos que corresponden a la población del sector 9 El Mirador Profam.                    

El nadador paralímpico Juan León era un dirigente de la zona donde vivía. El día que lo asesinaron, los sicarios que iban encapuchados le robaron la billetera y el celular, entre otras pertenencias, según la testigo Elizabeth Alday.

Testigo: Antes de retirarse me dijeron: “cállate, con*** de tu ma***, antes que te mate”. Yo les respondí nerviosa que no me mataran porque tengo hijos. Me dijeron que me callara y se retiraron corriendo.

Ella narró que desesperada abandonó el lugar y se fue a casa. Desde allí llamó por teléfono a la madre de Juan León para darle la mala noticia.

Todo indica que se trata de un crimen por encargo. Aunque el móvil del robo tampoco ha sido descartado.