Los secretos del call center dedicado a la extorsión

Son las 11.30 de la mañana del pasado viernes 12 de enero. Mientras un grupo de policías irrumpe en tres edificios ubicados en el corazón del distrito de Lince, el dron de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior capta a una joven mujer que, desde una de las oficinas a punto de ser intervenidas por los agentes de la División de Secuestros y Extorsiones, abre una ventana y lanza un celular al vacío intentando deshacerse de la evidencia.

Sólo días después de este gigantesco operativo policial, se empiezan a conocer todos los secretos detrás de esta bien montada organización criminal que operaba bajo la fachada de inofensivos call center, pero que en realidad era una maquinaria dedicada a la extorsión.

Un certero golpe a una organización criminal que, durante años, operó sin problemas en nuestro país bajo la fachada de empresas formales, inscritas en registros públicos y que daban trabajo a jóvenes, pero que en realidad era una bien montada modalidad de estafa, extorsión y amenaza que destruyó la vida de miles de familias necesitadas de dinero.