Hoy:

    Santa Anita: Secuestran a taxista, pero los capturan cuando intentaban cobrar dinero

    El vehículo recuperado, la réplica de pistola, las municiones y las demás evidencias fueron trasladados a la Depincri de Ate-Santa Anita

    América Noticias

    Dos ciudadanos venezolanos secuestraron por tres horas a un taxista dentro de su vehículo, en Santa Anita; sin embargo, fueron capturados cuando intentaban cobrar el dinero por el rescate.

    Estas son las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el momento en el que este conductor de taxi fue secuestrado por dos ciudadanos venezolanos. Eran las 6:30 de la mañana en el frontis de la botica Niño de Jesús, ubicada en la avenida Los Ruiseñores en Santa Anita.

    El chofer hizo una parada para comprar medicina antes de llegar a casa luego de una larga jornada de trabajo. Cuando terminó la compra volvió a su vehículo, estaba a punto de encenderlo cuando los dos delincuentes que estuvieron todo el tiempo a su lado revelaron sus intenciones.

    Secuestraron al taxista durante tres horas, en el trayecto le obligaron a llamar a sus familiares para exigirles dinero. Cuando los delincuentes estaban a punto de cobrar el dinero de la extorsión, un efectivo en motocicleta de las Águilas Negras divisó un movimiento irregular en el vehículo gris, entonces los intervino.

    La primera intervención fue a la altura de la puerta número 1 del mercado de productores de Santa Anita. Luego, en la cuadra 5 de la avenida Imperial en el mismo distrito, el ladrón rodeado bajó del vehículo, quiso correr, pero ya no pudo hacer nada.

    Así cayeron Los chamos de Aragua, una banda conformada por Sonny López Gonzales, de 29 años, alias “Peluca” y Manuel Alejandro Ramos Álvarez, de 25 años, alias “Carevaca”.

    El vehículo recuperado, la réplica de pistola, las municiones y las demás evidencias fueron trasladados a la Depincri de Ate-Santa Anita, departamento a donde también dispusieron a esta peligrosa banda criminal que deberá responder por este secuestro y todo el perjuicio que le causó a un trabajador padre de familia.