Transportistas de Sta Anita y Comas en la mira de extorsionadores

Las extorsiones están imparables en nuestra capital cobrando vidas humanas. Esta semana estos criminales acribillaron al chofer de una combi por negarse a pagar cupos extorsivos en Santa Anita. Él deja en la orfandad a una niña de 6 años. Y en Comas, un mototaxista fue atacado a balazos por estas bandas, quienes habían subido la tarifa de las extorsiones. Dispararon en el rostro a la víctima, quien lucha por su vida. 

Luis Alberto Chavez Ramos tenía 31 años y era padre de una niña de 6. Trabajaba como chofer de combi, y poco a poco logró comprar sus primeras unidades, pero tras unos acuerdos, dicen que las tuvo que dejar a otra persona. Con el tiempo adquirió otra combi con la que trabajaba en la línea 505, que hace la ruta Ceres al óvalo Santa Anita.

Pero su vida se vio plagada por una terrible pesadilla: se había convertido en víctima de una banda criminal que le venía cobrando cupos extorsivos criminales que implantaron la tarifa de 200 soles de inscripción y 10 soles diarios.

Esta banda de extorsionadores denominada DESA había creado un grupo de WhatsApp, donde añadieron a sus víctimas; todos eran choferes de combis de esta zona. Eran alrededor de 40 unidades que eran sometidas a estos cobros ilícitos.

Criminales que tomaron por asalto este sector de Santa Anita, exigiendo el pago de cupos bajo duras amenazas a los choferes; les enviaban estos videos con granadas o explosivos caseros para amedrentarlos.

Pero el jueves 5 de diciembre, cuando Luis Alberto venía trabajando, fue interceptado por unos sicarios en la avenida Ruiseñores. Ellos estaban a bordo de una motocicleta y lo acribillaron sin piedad delante de su pareja, que iba de copiloto. La combi estaba llena de pasajeros, quienes quedaron aterrados ante este crimen. 

Testigos señalan que la víctima suplicó por su vida, pero pese a todo le dispararon sin contemplaciones. Además, en otro mensaje señalan que ya le habían advertido a la víctima, pero aquí la vuelta es así, para recalcar que sus palabras no eran un juego.

En Santa Anita, otra empresa de transportes fue atacada por extorsionadores. Un bus de "Los Peralitos" recibió varios disparos cuando se encontraba en su paradero ubicado en la avenida Los Nogales. Afortunadamente, el conductor no fue alcanzado por las balas. Pero este ataque es el segundo que sufren en menos de una semana.

Estos criminales han tomado por asalto diferentes distritos de la capital. En Comas, un mototaxista también fue atacado a balazos por una banda de extorsionadores. Se trata de Renzo Jesús Palomino Panduro, de 56 años, soltero, quien desde hace 5 se convirtió en mototaxista. Para todos, un hombre trabajador, un mil oficios, quien fue carpintero, albañil e hizo de todo para salir adelante.

Alquilaba un mototaxi; con él trabajaba en el paradero Víctor Andrés Belaunde de Comas, sin imaginar que su asociación se volvería blanco de una banda de extorsionadores, quienes exigen 2 soles de cupo a cada mototaxista. Pero señalan que recientemente la tarifa había subido; al parecer los socios se habrían negado a pagar estas exigencias y los criminales decidieron atacarlos a muerte.

El martes 3 de diciembre, cuando Renzo Palomino estaba a punto de retornar a su casa, un sujeto tomó su mototaxi, brindándole una dirección, pero se trataba de un sicario.

Unas cámaras de seguridad lograron registrar el ataque; eran las 8 y 19 de la noche. Se ve al mototaxi que llega a esta esquina y se detiene. El supuesto pasajero hace el ademán de sacar el dinero para pagar, pero lo que realmente saca es un arma de fuego y dispara directamente a la cabeza de Renzo.

Luego se le ve que huye tranquilamente; su objetivo era matarlo, pero la bala le cayó en el rostro, destrozándole la mandíbula. Aquí se ve al mototaxi que avanza despacio hasta chocar contra la vereda. Los vecinos de la zona intentan auxiliarlo, pues la víctima logró bajar y caminar unos pasos. 

Renzo fue conducido al hospital de Colique; su estado de salud es delicado. Según su familia, los médicos tienen que reconstruirle la mandíbula, además de realizarle una serie de intervenciones.

Renzo Palomino no puede hablar, pero sí escribir. Redactó esta carta donde señala que tras el disparo todo se le hizo oscuro. A los segundos reaccionó y giró su moto, avanzando unos metros. Luego vio a la gente a su alrededor. Él y toda su familia son cristianos, y por ello en la parte final dice: "Mi Dios sea la gloria; los amo a todos, mis hermanos".