El juego de Zamir

EXCLUSIVO | Cuarto Poder presenta, en exclusiva, detalles inéditos de la declaración que esta semana puso de vuelta y media a toda la clase política.

(Video: Cuarto Poder)

Reportaje: EDUARDO QUISPE (@EduardoFrancoX)

Son las 8 horas y 51 minutos del miércoles 27 de abril. Usted está viendo el pasadizo de una de las prisiones de mayor seguridad del país: el penal Ancón 1. La cámara apunta a la puerta de una celda que aloja a uno de los hombres clave en el círculo más cercano al presidente de la República. Hablamos de Zamir Villaverde García.

En otro momento del mismo día se puede ver a Villaverde, el mismo que alquilaba lujosas camionetas a los sobrinos del Presidente, disfrutando de pie la comida que reparte el penal, conocida en la jerga presidiaria, como la famosa paila.

Ese 27 de abril, según Villaverde García, habría ocurrido un hecho grave: un funcionario público se le habría acercado para amenazarlo, y según el detenido, las amenazas provendrían de las más altas esferas del poder.

Hoy en Cuarto Poder podrá ver, en exclusiva, detalles inéditos de la declaración que esta semana puso de vuelta y media a toda la clase política. Desde supuestas amenazas hasta una súbita acusación de fraude electoral.

Esta semana para Zamir Villaverde García empezó muy mal. El último martes 10 de mayo el Poder Judicial le negó su pedido de libertad. Y es que desde el 28 de marzo Villaverde pasa sus días en el penal Ancón 1 donde cumple 24 meses de prisión preventiva por el caso Puente Tarata, caso en el que Karelim López participa como colaboradora eficaz. En esta investigación la fiscalía lo acusa de pertenecer a una organización criminal dedicada a traficar obras en el Ministerio de Transportes y dicha organización, según el Ministerio Público, estuvo conformada por los prófugos sobrinos del mandatario Pedro Castillo, por el exsecretario presidencial, Bruno Pacheco, y por el propio presidente de la república, entre otros funcionarios públicos. Dos de ellos comparten prisión y caminan sin problemas junto a Villaverde.

Ese martes 10 de mayo Zamir Villaverde confirmó su mayor temor: se quedaría muchos meses más en prisión. Esto habría motivado que al día siguiente, el último miércoles 11 de mayo, saliera de su celda decidido a paralizar a la escena política.

Villaverde iba camino a declarar ante la comisión de Fiscalización del Congreso que investiga los presuntos actos de corrupción que se habrían cometido en la casa del pasaje Sarratea en Breña y otras investigaciones ligadas al presidente Castillo. Se conectó desde el penal y antes de que empezaran las preguntas, pidió unos minutos para realizar dos acusaciones. La primera, una supuesta amenaza contra su vida que venía, según él, desde el mismísimo Palacio de Gobierno.

La otra acusación fue más inesperada aún porque no tenía nada que ver con los hechos que investiga la comisión de fiscalización. Zamir Villaverde revivía una pasada denuncia por la cual no hay ninguna investigación política o fiscal en curso, hablamos del supuesto fraude electoral perpetrado en las últimas elecciones presidenciales.

Las incriminaciones generaron tal alboroto que la Comisión de Fiscalización se trasladó de emergencia hasta la prisión de Ancón. Ahí Villaverde se ratificó en su primera acusación: la supuesta amenaza la habría hecho un funcionario del INPE el pasado 27 de abril. Cuarto Poder accedió en exclusiva a las cámaras de seguridad de la prisión que registraron todo lo ocurrido ese día, por lo que ahora será posible armar el rompecabezas de lo ocurrido aquel día.  

Ese día Villaverde salió de su celda pocos minutos antes de las 9 de la mañana. Se le observa ajetreado, entró y salió muchas veces. Siempre mejor vestido que su compañero de encierro que se encargaba de llevar la paila mañanera y hasta limpiar el calabozo que los cobijaba. Zamir Villaverde, estaba concentrado en la cita que tenía con la Comisión de Fiscalización, donde en ese momento, Karelim López incriminaba al presidente Castillo.

Villaverde, caminaba por los pasadizos del penal esperando su turno para declarar. Entre las 10 y 11 de la mañana, asegura que fue trasladado al locutorio del penal. Un ambiente donde no hay cámaras de seguridad. Ahí, según él, le dieron una orden.

“Gomez M” es José Carlos Gómez Medina. Y desde octubre del 2018 es asesor de Omar Méndez Irigoyen, el presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). A él se le ve caminando cerca a Villaverde aquel 27 de abril. Según el recluso, esta persona quiso obligarlo a llamar por teléfono al propio ministro de justicia Felix Chero Medina.  

Villaverde asegura que el asesor Gómez Medina usó su clave para realizar la llamada. La clave, cómo él la llama, es un código que se le entrega a algunos funcionarios del INPE para que puedan realizar llamadas desde el penal. Según fuentes del INPE, el asesor no cuenta con esta contraseña. Sin embargo Villaverde agrega que Gómez le escribió en un papel el número que debía marcar y donde lo atendería el Ministro de Justicia.

Según Zamir Villaverde, optó por no realizar la llamada. Ante su negativa, según él, recibió una amenaza directa de parte del asesor del INPE.  

Fuentes del INPE aseguraron a Cuarto Poder que el asesor Gómez estuvo en el penal por orden del propio presidente del INPE, Omar Méndez Irigoyen, con dos encargos: primero, verificar que no haya problemas técnicos para la conexión virtual de esa mañana con la Comisión de Fiscalización. Y segundo, asegurarse de que los tres investigados citados aquel 27 de abril hablaran con sus abogados antes de empezar la sesión. Según estas fuentes, el asesor Gómez se presentó ante los reclusos y cada uno de ellos, incluido Zamir Villaverde, se comunicaron con sus abogados. Sin embargo, al cierre de esta nota, las fuentes no lograron entregar evidencia alguna que certifique que estas llamaradas se realizaron.

Precisamente, en el área del locutorio donde se habría realizado la supuesta amenaza no hay cámaras de seguridad por lo que la versión de Villaverde no se puede probar, aunque tampoco desmentir. Sobre esta seria acusación el Ministro de Justicia dijo que la denuncia de Villaverde era completamente falsa y dio un dato más que no es del todo cierto.

El ministro de Justicia sí ha compartido tiempo y espacios con el asesor Gómez en diferentes actividades propias de sus funciones. Una de estas últimas actividades fue el 7 de mayo por la mañana en Chiclayo. Ese día, según nuestras fuentes, después de la actividad, almorzaron junto a otros funcionarios en el restaurante El Pacífico a quince minutos de Chiclayo. Pero hay otras dudas igualmente alarmantes.

Villaverde y su abogada denunciaron que le habían impedido recibir las visitas que por ley le corresponden. Esa afirmación tampoco es del todo cierta. Cuarto Poder accedió al registro de las visitas que recibió Villaverde en Ancón del primero de marzo al once de mayo. En ese lapso, según el registro del INPE, tuvo en total seis visitas. Cinco de sus abogados y una familiar. La que más resalta es una reunión de 7 horas y 10 minutos con su abogado Julio Rodríguez el 28 de abril. Es más, las cámaras de seguridad demuestran ciertas libertades de las que Villaverde goza.

En muchos momentos se le ve caminando esposado y en otros, sin las esposas reglamentarias e incluso caminando solo por los pasillos, compartiendo risas con sus custodios, siendo atendido por su compañero de celda, recibiendo colchones extras, hablando con sus vecinos e incluso caminando junto a sus coimputados sin ningún tipo de restricción. Todo en un solo día, el ya famoso 27 de abril. Pero aún hay más días por contar. Catorce días después, el once de mayo, además de la supuesta amenaza, dio otro mensaje que generó estupor.

Villaverde llamó así a las voces que denunciaron el supuesto fraude. Narró un par de hechos, no presentó prueba alguna pero obtuvo toda la atención de la comisión del Congreso y de los medios de comunicación.

Ante tremenda declaración la Comisión de Fiscalización se alarmó y todos sus integrantes partieron raudos al penal Ancón 1. Llegaron, montaron una improvisada sesión y Villaverde repitió el mismo discurso.

Zamir Villaverde prometió dar detalles de su denuncia pero dijo que no podía hacerlo sin la presencia de su abogado Julio Rodriguez. Prometió por el país y hasta por su familia que no cambiaría de decisión, que daría todas las pruebas que demuestran el fraude en la próxima sesión de la Comisión de Fiscalización y que también brindaría su declaración ante la Fiscalía Anticorrupción.

Los congresistas se fueron del penal de Ancón con la tranquilidad de tener mayores pruebas en la próxima sesión y Zamir Villaverde regresó a su celda con paso lento. Al día siguiente, un audio publicado por un medio de comunicación entre Zamir Villaverde y Bruno Pacheco hacía pensar que, tal vez, muchas pruebas aparecerían, pero no fue así.

Llegó el viernes 13 de mayo y Villaverde se volvió a presentar ante la Comisión de Fiscalización pero no dio ninguna prueba. Lo que hizo fue dar el nombre de un hombre que habría orquestado el fraude electoral, un supuesto operador del entonces candidato Pedro Castillo.

¿Quién es Vladimir Meza, el supuesto operador del fraude que menciona Villaverde? Es un exalcalde de Huaraz que se ha visto envuelto en más de un escándalo. Meza Villarreal es licenciado en administración, tiene 41 años, un largo recorrido político y varias investigaciones fiscales en su haber.

Ahora quiere ser Presidente del Gobierno Regional de Ancash.

Este hombre sindicado por Zamir Villaverde como el operador en la sombra de un supuesto fraude electoral para favorecer a Pedro Castillo, tiene 10 visitas a Palacio de Gobierno. Tras la acusación de Villaverde publicó este comunicado afirmando lo siguiente.

A Zamir Villaverde aún le esperan 23 meses en prisión. A solo un mes de estar recluido junto a delincuentes de alto vuelo y lejos de los lujos que su vida de empresario le daba ha empezado a jugar sus cartas sembrando sobre todo una duda: ¿tiene realmente pruebas contundentes contra el Presidente Castillo? De momento, solo él conoce la respuesta.

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