Comas: ¿Quiénes son los principales sospechosos del crimen de policía murió cerca de su casa?

Las primeras investigaciones no descartan que dos peligrosos delincuentes recientemente detenidos habrían encargado la muerte del suboficial Luis Carrasco, quien en las últimas semanas participó de operativos contra la criminalidad en Lima norte

Comas: ¿Quiénes son los principales sospechosos del crimen de policía cerca de su casa? - Foto y video: América Noticias

Es la historia de un valiente policía de 55 años, para muchos un héroe sin capa que tanto protegió a los suyos y quiso darles en vida el mejor ejemplo al servir a su país. Luis Gonzalo Carrasco Ramos es un suboficial brigadier que se mantuvo operativo durante toda una carrera dedicada a la investigación contra el crimen organizado.

Pasó muchos años en la División de Robos en la Dirincri donde conoció a grandes amigos y fortaleció todos los conocimientos para entender el comportamiento de los más feroces y despiadados delincuentes.

Era un padre de familia amoroso y orgulloso de sus hijos. Un esposo que siempre se mantendrá en los recuerdos más felices. Estuvo detrás de la captura de Carlos Alberto Timaná Copara, el temible 'destructor', en el año 2013. Timaná logró escapar de la carceleta del penal de Lurigancho, donde había sido trasladado para una audiencia judicial. Con él también concretaron su fuga Lindomar Hernandez Jimenez, alias Puerto Rico y Edgar Eduardo Lucano Rojas, sanguinarios sujetos que le pusieron fin a la vida del fotógrafo Luis Choy.

Pero su historia tuvo que adelantarse a un final inesperado. Cuando las personas que tenían estudiado todos sus movimientos, comenzaron a cercar el camino que el policía tomaría como cada mañana para ir a su centro de trabajo. Desde las 5:30 de la mañana del último sábado se observa avanzar a un vehículo color negro muy cerca a la casa de su víctima. Otro carro color blanco toma la misma dirección, sus ocupantes deciden frenar para luego marcharse de la escena. La verdadera intención es acomodarse para tener una posición privilegiada de la zona.

Media hora después y de forma sincronizada, Luis Carrasco abandona su vivienda. El aviso estaba dado, el carro blanco desaparece, mientras que el vehículo color negro avanza su marcha de la muerte. La víctima gira hacia el jirón Miguel Grau mientras que sus verdugos a pocos metros desatan una infernal balacera. La familia del policía se percata de lo ocurrido y entra en una profunda desesperación.

Toda la atención estaba en una lucha por mantenerlo con vida, mientras los responsables huían en todas direcciones hasta llegar a la avenida Universitaria con Jamaica donde se les pierde el rastro. Ni su círculo más cercano podía imaginarse la tragedia que nunca debió llegar. Un padre de familia que ansiaba llegar con honor después de 32 años al servicio a todos los peruanos, ya que su pase al retiro se daría a finales de este año.

Las hipótesis que maneja la policía comenzaron a llegar en una lucha contra el tiempo. Por encontrar a los responsables de este cruel asesinato. Los operativos de los últimos días en la zona norte de Lima estuvieron encabezados por un decidido coronel de la brigada especial contra el crimen.

Dentro de ese grupo de intrépidos policías se encontraba Luis Carrasco. Las sospechas caían en cada intervenido de las últimas horas del sábado 17 de febrero. Pero la intriga se apodera aún más de toda una institución cuando aparecen nombres de prontuariados y desalmados sujetos que tiñen de sangre a todo Lima norte.

Sí, es el ranqueado sicario, alias 'El jorabado'. Su nombre retumba en cada familia que dejó en un luto. Experto con las armas que más ambicionaba y una cultura de plata o plomo sin perder a un solo objetivo, sin perder un solo territorio.

Adam Smith Lucano Cotrina acabó con sueños y apagó las vidas de quienes más obstaculizaban su camino. Todo indica que dio la orden para atentar en una ráfaga de fuego y pólvora contra el vehículo del suboficial de segunda Brandon Roa Hurtado sin importar que llevaba a su esposa y a sus hijos. Su perverso plan para eliminar de 12 disparos es que quien sea así se trate de un policía.

Un despiadado criminal que fue arrastrado a pagar sus culpas por la División de Homicidios de la Dirincri. Pero para llegar a él se tuvo que analizar cada detalle, cada pisca de sus movimientos. No se descarta que en ese cruce de información la brigada especial contra el crimen de Lima Norte, haya advertido de forma articula el paradero de alias el jorobado.

Se evidencia así que la mente distorsionada de este sujeto apunta a no lanzar amenazas, sino de acabar con cada miembro que estuvo detrás de ponerlo tras las rejas. Luis Carrasco, hoy una posible víctima más de la lista de víctimas de muerte de 'El jorobado', paga el precio de enfrentarse a las mafias que no se detendrán cueste lo que cueste. Es el testimonio más preocupante y que refleja la ensaña del jorobado. Una voz que busca la fórmula para acabar de raíz en medio de una corrupción que dice conocer.

Mientras la policía aún lamenta la pérdida de un valeroso miembro de sus filas. La guerra está declarada, 'El jorobado' jura acabar con el único personaje que le hace frente. Él es conocido como alias El Monstruo. Erick Luis Hernández Moreno ha pretendido generar dinero con los más sonados secuestros. Como el de la pequeña Valeria que fue arrancada de los brazos de su familia cuando un grupo de criminales a bordo de una minivan la llevaron hasta su cautiverio.

Habían diseñado la ruta perfecta donde pasaría su movilidad escolar y así atrapar a una niña de tan solo 12 años. Un destino que no duró mucho tiempo y gracias a la intervención de la División de Secuestros se pudo reencontrar con sus seres queridos.

Pero este no sería el único caso, alias El Monstruo tiene en la mira a más familias que atormentar. Lucero Trujillo una joven ingeniera industrial de 27 años, también se volvió y bajo la misma modalidad en una de sus víctimas.

Reglajes y a la espera de un descuido es lo que busca su red criminal y así llevarse el botín a la espera de que los padres paguen cuantiosas sumas de dinero que bordean los 2 millones de dólares por liberar a sus más aterradas víctimas.

Sus compañeros y amigos se hicieron presentes no para decirle adiós, sino para extenderle la promesa vigente de que su partida servirá como ejemplo: los alentaría en el camino más difícil con sacrificios impensados. El asesinato de Luis Carrasco conmueve hasta dejar una herida abierta que solo la policía y el Ministerio Público podrán tratar de cerrar.

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