Cerro de Pasco: Personas contaminadas con metales pesados exigen atención del Estado

Frente de la sede del Ministerio de Salud, cinco familias dormían en carpas a la intemperie y tratando de llamar la atención como sociedad poco antes del inicio de la cuarentena, cuando el foco de atención está en la pandemia del coronavirus. Ellos protestaban contra la contaminación minera en Cerro de Pasco.

Según cifras oficiales de 2018, en esta región existen 3323 personas afectadas con hasta 14 metales pesados en la sangre. De este número, unos 2670 tienen entre los 0 y los 11 años de edad. 

"Estoy luchando por la salud de mi hija, yo no pido limosna. Vivo en extrema pobreza y la salud de mi hija se va agravando", ha dicho Marco Castañeda, un afectado por la contaminación minera.

El viceministro de Trabajo, Juan Carlos Requejo, dijo que este problema tiene mucho tiempo y existe una pérdida de credibilidad que se está tratando de revertir. 

Unas 34 familias de Pasco llevan décadas pidiéndole al Estado que cumpla con los 30 acuerdos suscritos en mesas de diálogo en los que se les prometía darles calidad de vida y continuos tratamientos de salud.

Sin embargo, a la fecha esto no ocurre. Tampoco se conoce cuál es el presupuesto público real asignado para los afectados por las actividades mineras.

"No hay un diagnóstico. Se ha armado una comición. Se está actuando con 34 familias y ya tienen fecha de viaje y entrega de viviendas", señaló el viceministro Requejo.

Especialistas de España y Portugal hicieron un estudio en 2018 y encontraron niveles altos de aluminio, arsénico, hierro, zinc y plomo en la sangre de un importante número de niños. 

Según Daniel Koc, jefe del Instituto de Salud del Niño, es "difícil" que la población se mejore totalmente, pero que si no se hace nada por ellos "será un pecado, realmente", ha asegurado el médico.

El plomo puede afectar el cerebro e incluso la conducta de los menores de edad que llevan un nivel elevado en su cuerpo, explica el doctor Koc.

La salud de dos niñas: Esmeralda y Sherly, se ha complicado y se les detectó leucemia. La primera salió del Perú a Argentina y fue sometida a un transplante de médula osea, ahora lucha para recuperarse.

En cuanto a la segunda, también fue diagnosticada con leucemia y tiene niveles altos de arsénico, plomo y otros metales tóxicos. Su padre, Marco Castañeda, se enfrentó a la PNP para que la pequeña también sea llevada a Argentina.

Las familias afectadas aseguran que la empresa Volcan tampoco se hace responsable del impacto ambiental del que son víctimas y que no ha habido reparación para ellos por más de 20 años de extracción minera sin oportuna fiscalización.

El viceministro de Trabajo, Juan Carlos Requejo, no ha querido determinar una responsabilidad por la contaminación: "Eso lo arrojarán los estudios, es muy apresurado decirlo", apuntó.

Cuarto Poder intentó comunicarse con la empresa Volcan para conocer sus acciones de compromiso, sin embargo, no respondieron al llamado. 

Según el Ministerio de Energía y Minas, la empresa no reporta producción. Tiene en Pasco dos unidades de explotación minera pero solo funciona como planta concentradora. La otra unidad está suspendida.

Mientras tanto, informes médicos recomiendan a las familias afectadas no vivir en zonas contaminadas. Por ahora no hay atención ni solución para estas familias que hace casi un mes protestan bajo la sombra de una pandemia que ha desviado la atención de sus justos reclamos.

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