Cargachos: Un negocio muy rentable al servicio del narcotráfico
El negocio de la droga vuelve a operar a gran escala
En Satipo, más de 30 jóvenes y adolescentes fueron captados cargando en sus espaldas entre 15 y 25 ladrillos de cocaína cada uno en medio de la bruma.
Saben que de llegar a la pista de aterrizaje recibirán ese anhelado pago de 100 dólares por cada kilo de droga que cargan a puro músculo.
El comercio ilegal permanece en medio de la selva peruana donde cientos de kilos de cocaína se embarcan a diario desde la zona de producción a bordo de camionetas.
Parten de Llochegua con destino a Pichari y desde ahí la ilegal carga sigue su imparable camino a pie en las espaldas de decenas de jóvenes.
Travesías de seis a ocho días hasta Alto Kimpiri y un día más hasta el río Tambo en Satipo donde la droga es embarcada en avionetas con destino a Bolivia.
Según informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, los mercados de droga han reanudado sus operaciones mostrando un repunte con envíos más voluminosos.
Este lucrativo negocio capta cada vez a más adolescentes que no miden el riesgo que corren en cada una de estas travesías.