Cambios en el Ministerio Público serán claves para las investigaciones que apuntan a Patricia Benavides
La Fiscal de la Nación fue suspendida seis meses del cargo por la Junta Nacional de Justicia tras ser señalada como cabecilla de una red criminal que conseguía votos en el Congreso para un uso político
Es jueves 7 de diciembre, se cumple un año de la caída del gobierno de Pedro Castillo. Patricia Benavides reaparece, pero sin el título de Fiscal de la Nación.
Benavides ya no es la mujer con más poder del Ministerio Público. Orgullosa, sin embargo, se codea con la élite aprista en una ceremonia del colegio de abogados de Lima.
Patricia Benavides acaba de entregar el cargo de Fiscal de la Nación al fiscal supremo Pablo Sánchez, quien la reemplaza de manera interina. La Junta Nacional de Justicia la suspendió por seis meses tras conocer que Benavides figura como líder de una organización criminal. En ese esquema aparece también un filósofo y hombre de mayor confianza.
Todo comenzó la madrugada del lunes 27 de noviembre. Las cámaras de seguridad del piso 9 del Ministerio Público mostraban a la entonces Fiscal de la Nación Patricia Benavides tener el control de la sede hasta minutos antes del inicio de la Operación Valkiria.
Aquella fue la última vez que Benavides usó en pleno todo su poder.
Señalada como cabecilla de una red criminal que conseguía votos en el congreso para un uso político de la función fiscal, Benavides fue citada en la comisión de Fiscalización, el pasado martes 5. Negó ser parte de una banda criminal.
Mientras esto sucedía, su exasesor Jaime Villanueva reconocía los chats y coordinaciones con parlamentarios, según él, por orden de la entonces fiscal de la nación quien se comunicaba bajo el apelativo de “Vane”.
Benavides estuvo cuatro horas en una de las salas más pequeñas del Congreso.
Muy cerca de quienes podrían estar en la supuesta bolsa de negociadores y cuyos nombres aún están en reserva. Los flirteos políticos en cambio sí se dejaban ver. En medio de la palabra del congresista Elías Varas que exigía investigación a sus pares y el levantamiento del secreto de sus comunicaciones, el fujimorista Juan Carlos Lizarzaburu fue captado dejando un mensaje en secreto a quien todavía era fiscal de la nación.
En este mismo recinto, Patricia Benavides denunció por primera vez un complot político para tomar la Fiscalía de la Nación. Y por primera vez también responsabilizó al presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Hoy Patricia Benavides parece guardar mucha información del hombre con más poder en el Gobierno.
El miércoles 6 de diciembre, era un día clave. Se esperaba la liberación del expresidente Alberto Fujimori, pero también se hablaba de una posible suspensión a la Fiscal de la Nación.
Ese día a las 9 de la mañana Patricia Benavides acudió a la cita de la JNJ donde se vería su caso, pero ahí solo denunció que no se estaba respetando el debido proceso. Su abogado Jorge Del Castillo advirtió una supuesta decisión anticipada.
Mientras esto sucedía una parte del congreso con Renovación Popular a la cabeza buscaba destituir a la JNJ antes que sus integrantes decidan suspender a Patricia Benavides del cargo de fiscal de la nación. El indulto a Fujimori, sin embargo, distrajo a los congresistas quienes estuvieron más pendientes de la liberación del expresidente.
Ese día, pese a todo, cerca de las ocho de la noche el congresista Esdras Medina de la bancada unidad y diálogo parlamentario presentó una moción para investigar a los integrantes de la JNJ por no inhibirse del procedimiento disciplinario inmediato contra la fiscal de la nación. Para el congresista Medina, Imelda Tumialán, Antonio de la Haza y María Zavala debían inhibirse por estar investigados por la propia Benavides por el caso de la supuesta presión al presidente del PJ, Javier Arévalo.
Esa noche de habitual virtualidad no se consiguieron lo votos necesarios para abrir investigación contra la JNJ.
Tras este resultado, la junta decidió dar el siguiente paso. Al borde de las 10 de la noche publicó la resolución que disponía la suspensión provisional por seis meses de Patricia Benavides como fiscal suprema del Ministerio Público y en consecuencia en el cargo de Fiscal de la Nación.
Al día siguiente el jueves 7 de diciembre, Patricia Benavides acudió a las oficinas de su abogado Jorge Del Castillo para grabar un mensaje en el que denunciaba un complot político.
El final de su mensaje dejaba claro que Benavides estaba convencida de que el complot político que denuncia viene directamente de Palacio. Su referencia a las investigaciones por las muertes en las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte fue más que evidente.
Mientras ella grababa el video, el ahora fiscal de la nación interino Pablo Sánchez la llamaba con urgencia para que entregue el cargo. Benavides acudió al piso 9 del Ministerio Público y luego de dos horas abandonó la sede.
Desde ese momento el fiscal Sánchez ordenó de manera urgente restringir los accesos del personal al despacho de la Fiscalía de la Nación y a las oficinas designadas a los asesores de Benavides, incluido Jaime Villanueva.
Los próximos días serán de cambios y decisiones claves en el Ministerio Público, cambios que marcarán el futuro de las investigaciones que apuntan a lo más alto del poder.