Calles sin ley: Nada detiene al sicariato
Para diversos expertos, hoy la criminalidad está desbordada
Son indiferentes al dolor, son calculadores, sanguinarios y no les importa la vida. A ellos no les cuesta nada apretar un gatillo más de una vez con tal de cumplir su objetivo. Así es como estos delincuentes se ganan la vida.
Asesinos a sueldo que hoy apoyan a importantes organizaciones criminales que luchan por conseguir la hegemonía territorial en diversas partes del país. Solo esta semana hemos contado 4 muertes por encargo.
Tenía solo 29 años. Frank Alvarado Altamirano era vigilante de una discoteca ubicada en pleno corazón de Lince, en una zona bastante complicada, rodeada de prostitución callejera.
Usualmente, la víctima terminaba su jornada laboral cuando amanecía, su rutina siempre era la misma y, al parecer, sus verdugos conocían muy bien sus pasos.
Según este hombre que lo acompañaba, sujetos con armas de fuego descendieron de dos autos negros con lunas polarizadas y fueron directamente a acribillarlo.
Detectives de la División de Homicidios de la Policía contaron 20 casquillos en la escena del crimen. Se supo que la víctima estaba ligada al rubro de la construcción civil y por la ferocidad del ataque, hoy la Policía está casi segura de que este asesinato fue encomendado por un enemigo.
Estas cámaras de seguridad captan su huida, son 3 criminales con armas, llevaban puestas mascarillas y gorras, pues ya saben bastante bien cómo escabullirse de la ley.
Para diversos expertos, hoy la criminalidad está desbordada, diversas organizaciones criminales han tomado por asalto distintas zonas de nuestro país y aún no hay políticas claras del Estado que, al menos, enfrente esta ola de inseguridad.