Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico

Unos han quedado con las secuelas de un terrible accidente; otros viven en medio del dolor al haber perdido a sus seres más queridos en un viaje interprovincial. Muchos son víctimas de la imprudencia al volante, inocentes personas a quienes un accidente de tránsito les ha truncado la vida y están en busca de justicia.

El 23 de noviembre del 2018, Giovanna Bances caminaba por esta intersección de la avenida Brasil con Húsares de Junín en Jesús María. Intentaba cruzar la vía, cuando de pronto un bus del corredor morado que venía en esta dirección la atropello, dejándola con graves daños que le destrozaron la vida. 

Las lágrimas brotan de dolor e impotencia al recordar lo que vivió aquel 23 de noviembre de hace 6 años, cuando un bus la embistió. Giovanna perdió el habla tras el accidente y la movilidad de su cuerpo; desde aquel entonces se desplaza en una silla de ruedas, siendo atendida por sus padres de la tercera edad.

Ella era una mujer activa, trabajaba en la ONPE, y con ello mantenía a su hijo y a sus padres ancianos. Por azares de la vida, esto cambió, y son ellos ahora su único empuje, quienes han vuelto a trabajar para solventar los gastos de Giovanna y de su hijo de 15 años.

El accidente le ocasionó graves lesiones, como traumatismo craneoencefálico grave, por lo que le hicieron una craneotomía descomprensiva. Perdió el habla, tanto como la movilidad de su cuerpo, pero ha aprendido lenguaje de señas para intentar comunicarse. 

Al regresar al lugar, los recuerdos la atormentan, la llenan de angustia. Don Rafael y doña María se han vuelto en la voz de Giovanna y el eco de un dolor que grita en silencio.

Actualmente, sus padres la llevaron a vivir en Ferreñafe para poder cuidarla. Señalan que inicialmente el SOAT cubrió sus gastos, pero éste se agotó, por ello estos ancianos de 75 años tienen que cubrir los gastos que necesita. Desde hace 6 años vienen luchando en busca de justicia.

El chofer del vehículo fue condenado como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de lesiones culposas agravadas, por lo que la justicia le dio cuatro años de pena privativa de la libertad con carácter suspendido por 3 años, además de inhabilitar su licencia de conducir para cualquier tipo de vehículo por el plazo de un año, y fijó una reparación civil de 250 mil soles.

Pero los padres de Giovana presentaron un recurso de apelación contra la sentencia, al señalar que nada le devolverá el habla o la movilidad de su hija y solicitan reformar la indemnización, al haberla dejado en estado de discapacidad permanentemente.

Existen más víctimas de accidentes de tránsito que están en busca de justicia, personas a quienes la imprudencia, el exceso de velocidad les cambiaron la vida, como el caso de Pilar Muñiz Olivera.

El 30 de octubre del 2023, Pilar se encontraba a bordo de una moto eléctrica por la ciclovía en el cruce de las avenidas Mariatequi con Cayetano Heredia en Jesús María, cuando de pronto una minivan la embistió. Señala que el chofer, en vez de auxiliarla, le gritó, viéndola con una terrible fractura en la pierna izquierda.

Pilar señala que desde entonces su vida no ha vuelto a ser la misma. Ahora depende de un bastón y una protesis en el pie. Tras el accidente quedó con la extremidad izquierda totalmente paralizada y desde hace un año no puede trabajar. Dice sentirse abandonada por las autoridades.

Señala que encontró muchas trabas en el proceso, y su caso fue archivado por la justicia; además indica que el soat se activó después de dos meses, y éste se agotó. Ahora tiene que costear las terapias que cuestan alrededor de 600 soles, pero no cuenta con el dinero. Actualmente ha logrado que el caso se reabra, y pide que el chofer se haga responsable de ella y de los gastos que requiera.

Los accidentes de tránsito muchas veces dejan una estela de muertos, heridos y personas que no encuentran justicia. Roxana Figueroa señala que su esposo recibió una invitación para el homenaje de los sinchis en Mazamari, y quería que toda su familia lo acompañe, y así fue. Viajaron con él sus 3 hijos de 28,23 y 11 años. Eran las 5 de la mañana cuando el bus de la empresa de transporte turismo central se despistó y cayó al río, dejando 49 muertos, 7 heridos y 3 desaparecidos.

Esta mujer perdió a toda su familia, a sus 4 grandes amores. Este accidente le destrozó el corazón y el alma. Por ello se mudó para ya no recordar, para no recaer en el dolor, al sentirse vacía y vivir en soledad. Han pasado 11 años y para ella es como si hubiese sido ayer.

Señala que la empresa se arregló con algunas familias dándoles 4 mil soles por lo ocurrido, sin embargo, para otros la vida no tiene precio. Roxana señala que ella no buscaba dinero sino justicia; el accidente se había llevado a los seres que más amaba.

La ONG luz ámbar viene tomando los casos más sensibles, pues señala que en nuestro país hacen falta políticas de transporte. Quispe Candia señala que incluso de toda la flota vehicular que hay en nuestro país, el 30 % no tiene SOAT. Además, indica que las cifras son alarmantes: en los últimos 5 años se han registrado 420 mil accidentes de tránsito que han dejado 16 968 muertos y 272 mil heridos. Solo entre enero a octubre de este año hay 2810 personas fallecidas por este motivo, en Lima 970.

El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial en Recuerdo a las Víctimas de Accidentes de Tránsito, por ello la ONG Luz Amber realiza una serie de actividades para sensibilizar a la población sobre este problema.