Hoy:

    Cabecilla del Tren de Aragua preferiría al Perú como destino por ser ruta del narcotráfico

    La Operación ‘Cacique Guaicaipuro’ logró desmantelar en Venezuela la cárcel que funcionaba como cuartel de la organización criminal trasnacional conocida como ‘Tren de Aragua’

    Video: Cuarto Poder

    Hasta hace unos días era un misterio lo que guardaba por dentro este centro de reclusión denominado por el hampa como la ‘Casa Grande’, un penal que, con los años, se convirtió en el búnker de los delincuentes más peligrosos de Venezuela y ahora de la región.

    Esta semana, el gobierno venezolano decidió tomar el control del penal. Este es el ingreso a Tocorón, el centro penitenciario tomado desde el 2014 por los sanguinarios miembros del Tren de Aragua.

    Mientras que las autoridades del gobierno de Nicolás Maduro penetraban las entrañas del centro de operaciones de la organización criminal más violenta de Sudamérica, desde donde se planifican y ordenan los crímenes de varios países, en los ambientes del penal había desconcierto.

    Se estima que esta cárcel era habitada por 40 mil personas. Aquí no solo vivían quienes purgaban condena sino también las esposas de los reos con sus niños, amigos y otros familiares que ocupaban improvisadas construcciones que se habían levantado fuera de los pabellones.

    Lo encontrado dentro sobrepasó largamente los rumores que existían sobre la ostentosa vida que los integrantes del Tren de Aragua tenían al interior del penal zonas de piscinas con puentes que conectaban una con otra. Amplios parques de diversiones para los niños, perfectamente acondicionados. Dos zoológicos, canchas de beisbol, coliseo de gallos, una discoteca muy bien equipada donde festejaban a diario. Además, tenían una suerte de banco, cajero automático, un restaurante llamado ‘La sazón del hampa’. Y no solo ello, habían levantado pequeñas casas y diversas construcciones en los alrededores de los pabellones.

    Por primera vez, todos estos ambientes fueron mostrados a nivel mundial.

    La operación de liberación se llamó ‘Gran Cacique’. Once mil policías tomaron el control de todas las instalaciones. Cientos de presos fueron reducidos y traslados a otros centros penitenciarios, se incautó gran cantidad de armamento. Granadas, armas de largo alcance que fueron presentados a la prensa como señal de que las autoridades penitenciarias del gobierno de Venezuela habían llegado a poner orden después de estar ausente por más una década y de permitir que los reos actuaran por años     impunemente   en una suerte de zona liberada desde donde se planificaban cometer atroces crímenes en países vecinos como Colombia, Chile y en el Perú.       

    Desde último miércoles se busca a este hombre: Héctor Rustehnford Guerrero Flores, alias ‘Niño Guerrero’, el cabecilla del Tren de Aragua que, junto a los integrantes de la cúpula de la organización que dominaba Tocorón, fugaron por este túnel sólidamente construido, que las autoridades hallaron durante la incursión policial

    El Niño Guerrero y cientos de delincuentes recorrieron una estrecha construcción de cemento minutos  antes que los policías ingresaran a Tocorón,  quizá fugaron  tras haber sido  alertados  sobre  los planes  que  Nicolás Maduro  tenía  para  esta cárcel  de 23 hectáreas, ubicada a casi hora y media de Caracas, en el estado de Aragua, en el municipio de Zamora, en el centro norte de Venezuela, un centro penitenciario construido en los años  80,  para  700 reos, pero que  desde el 2014,  era la cuna  de una  sanguinaria  organización  que ha expandido su extrema violencia más allá de Venezuela.

    Desde el miércoles último, familias enteras esperan noticias sobre los presos que han ido trasladando, luego que la cárcel de Tocorón fuera desalojada por completo.

    Pero del Niño Guerrero, el líder del Tren de Aragua que fugó por el túnel, nadie sabe nada. En Venezuela, las autoridades dicen que están en una incansable búsqueda. Sin embargo, se presume que ya haya salido del país.

    El Niño Guerrero, un hombre de 40 años de tez morena y de contextura delgada, nació en la ciudad de Maracay y empezó a delinquir desde muy joven, desde los 17 años. En el 2010, pisó el penal de Tocorón por primera vez.

    Dos años después se fugó, pero en el 2013 fue recapturado y condenado a 17 años de cárcel. Desde entonces ha hecho del penal de Tocorón su mansión. Dicen que, al interior de la cárcel de Aragua, vivía en una casa de dos pisos solo para él. Por estos días, se presume que intente salir de territorio venezolano y cruce nuestras fronteras

    A eso hay que sumarle lo vulnerable que son nuestras fronteras .

    El Tren de Aragua ha tejido una sólida red criminal en el país, ya hemos conocido de ellos y de sus acciones sangrientas después que delincuentes venezolanos que ostentan poder dentro de esta organización llegaran al país. Como por ejemplo ‘Mamut’, uno de los cabecillas que se dedicaba a la explotación sexual de mujeres. Fue capturado y trasladado al penal de Challapalca.

    Hay otros miembros de la banda, aun libres, dedicados al sicariato, extorsión, trata de personas, secuestros y crueles ejecuciones, que bien podrían servir de soporte para una eventual y sanguinaria estadía de su máximo líder en el Perú.