Adolescentes de bajos recursos recaudan fondos para ser parte de concurso de ballet

Unas fotos que circulaban en las redes sociales daban cuenta del pedido de dos niñas muy humildes que habían ganado el derecho a participar en un concurso de ballet en Estados Unidos. El costo del viaje estaba fuera del presupuesto de su familia y es que, según el post, ellas viven en un cerro de Chorrillos de difícil acceso.

Pero en lugar de pedir dinero estaban dedicadas a reciclar cartones y botellas. Con la venta de este material de deshecho pensaban reunir lo suficiente para comprar los pasajes. 

La historia es real y las niñas son alumnas del colegio Brígida Silva de Ochoa de Chorrillos. En un aula que en otros horarios es un salón de clases como cualquiera, un grupo de niñas hace realidad el sueño de convertirse en mejores personas. 

Hace un año un grupo de estas niñas viajaron por primera vez fuera del país a un concurso en Brasil, desde entonces supieron que el ballet era más una danza, una manera de comunicarse con el resto del mundo.

Las niñas tiene como profesora a Maricarmen Silva, una ex integrante del ballet nacional y bailarina fundadora del ballet municipal de Lima. Ella es una profesora voluntaria que está dedicada a formar bailarinas de ballet entre las niñas de este colegio estatal de Chorrillos y además es como su segunda madre.

Keith y Nicole son las niñas de la foto de las redes. En su casa las necesidades materiales son muchas pero lo que no falta es la voluntad de mirar hacia adelante. 

Y están seguras que el ballet tendrán la oportunidad de sobresalir. Lo más extraordinario de todo esto que a pesar de las carencias y los problemas familiares de cada una de ellas la profesora Mari ha logrado que estas niñas consigan en poco tiempo un gran nivel. 

Es así que el año pasado varias de sus alumnas ganaron las diferentes categorías del concurso all dance Perú . Y con ello el derecho a concursar con bailarinas de nivel internacional en el certamen All Dance World 2019 que se llevará a cabo en noviembre de este año en la ciudad norteamericana de Orlando en Florida.

La profesora y sus alumnas se pusieron manos a la obra. La idea que tuvieron fue recoger material reciclable de las calles. Y también pedir cartones y plástico a las personas y comercios que quisieran colaborar con ellas.

En el colegio ya había una cultura de reciclaje. Entonces las niñas del ballet también se volvieron recicladoras. El suelo era llegar a Orlando para estar entre las mejores bailarinas del mundo. Pero otras historias menos felices se cruzan en los sueños de estas niñas.

La pobreza golpea duro en la zona de Chorrillos de donde provienen ellas, donde apenas hay servicios básicos. Y el ballet parece una rosada danza de otro planeta. Las madres de familias reconocen el trabajo de la profesora Mari.

En otro lado de Chorrillos otra madre cuenta una particular historia. Muchas personas que se han enterado de la profesora Mari y sus alumnas han empezado a colaborar con ellas pero la meta aún es lejana.

En un distrito cuyas pasadas autoridades están envueltas en casos de corrupcion, las carencias de estas niñas golpean más fuerte. Es la generación de un país que se labra un futuro con esfuerzo a pesar de todas las piedras en
contra.