Hoy:

    Comerciantes asesinadas por error en Chorrillos

    Domingo Al Día conversó con la mujer que sería el objetivo de sicarios que, días atrás, asesinaron por error a dos comerciantes en Chorrillos. Los negociantes del mercado San Genaro temen más represalias

    Foto y video: América Noticias

    Taira y Edith eran dos comerciantes avícolas que fueron asesinadas esta semana en el mercado San Genaro en Chorrillos. A ambas, los sicarios las confundieron con su verdadero objetivo: la madre de Taira, quien no puede soportar el dolor; mataron a su hija por error. Una equivocación que hace más fuerte su pesar; realmente el sicario la buscaba a ella.

    A quien sería el objetivo de los criminales la llamaremos Sandra para proteger su identidad. Ella dice no tener idea del por qué la quieren desaparecer; es comerciante de pollos hace 15 años.

    Hoy lleva sobre sus hombros la pérdida de su hija Taira Ballón Samallani, sicarios que con total descaro fueron dos días seguidos por Sandra y a sangre fría abrieron fuego para matar a quien se cruzó en su camino.

    Taira se graduó de contadora en una universidad de Chile. Es la mayor de cinco hermanos. Fue el ejemplo de su familia y estaba empezando a formar la suya a sus 24 años. Tenía la ilusión de hacer crecer a su hogar; hace unas semanas se acababa de enterar que iba a ser madre por segunda vez. Su hijita de un año era su adoración; orgullosa, en sus redes sociales compartía fotos solo de su bebé.

    Este año iba a ser su primera Navidad siendo mamá, y como regalo iba a anunciar que estaba en la dulce espera. Esa fatídica mañana, Taira salió a trabajar a las 6 en punto; abrió las puertas del mercado Acción, que normalmente hacía su madre, pero esta vez fue diferente.

    Los comerciantes intentaron salvarle la vida, llevándola a un centro de salud; ahí los médicos solo certificaron su muerte. Un crimen que ocurrió a solo unos metros de la comisaria de San Genaro.

    El pistolero fue captado por cámaras de videovigilancia. Pasa dos veces frente al local y cruza para ejecutar a la joven. 24 horas antes y a solo un par de cuadras, cámaras captaron el sonido de la muerte de Edith Madrano; le preguntaron si conocía a Sandra y luego le dispararon varias veces en el cuerpo.

    Edith tenía 49 años, 4 hijos y 3 nietos. Era madre soltera, tenía 3 trabajos para sostener a su familia; por las mañanas pelaba pollos. Una mujer trabajadora, risueña, amante de los animales, lo que más amaba era pasar tiempo con sus nietos.

    Su familia teme hablar ante camaradas por temer represalias, pues Edith ni Taira eran el objetivo de los sicarios. Hasta el momento es un misterio el por qué quieren acabar con la vida de Sandra. Según nos cuenta, no ha recibido amenazas ni extorsiones.

    Sin embargo, registra una denuncia por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud. Ella fue acusada junto a otra de sus hijas de haber agredido a una mujer.

    Los vecinos, clientes y comerciantes afirman que todos los días les cobran cupos, los extorsionan y viven en zozobra por la delincuencia, pese a que están literalmente a la espalda de la comisaría, hasta donde llevaron el féretro de Taira.

    A Sandra no le queda más que huir de los sicarios que buscan matarla; se siente desprotegida y vulnerable.