Fenómenos insólitos producto de la crisis del cambio climático
¿Nieve en desiertos? ¿La Antártida ya no es blanca? ¿Se descongelan virus y bacterias de miles de años? Conoce estos y otros fenómenos que está causando el cambio climático
El planeta Tierra en su inmensidad no es ajeno al desarrollo de una serie de fenómenos insólitos, especialmente a causa del cambio climático, y un hecho sin precedentes reciente que prueba ello es la aparición de nieve y granizo en el desierto de Arabia Saudita.
Por ello, en ÚtileInteresante.pe, te reunimos algunos fenómenos inusuales que se han dado lugar en diversas partes del mundo y que la comunidad científica advierte que es una respuesta a los cambios extremos del clima global.
1. Nieve en Arabia Saudita por primera vez en su historia
Lo que es uno de los lugares más áridos del mundo se convirtió en un paisaje invernal, en el cual las dunas Al-Jawf amanecieron cubiertas de nieve y granizo. Así lo reportaron las imágenes de usuarios en redes sociales el 3 de noviembre del 2024.
l | 🇸🇦❄️ Saudi Arabia is experiencing an unusual winter for the desert country
— Unbiased, Unreported News (@Kiraguri254) 3 de noviembre de 2024
Snow covered the country's mountainous areas yesterday, creating a beautiful winter display, as earlier the country was hit by heavy rain with large hail, according to Saudi media pic.twitter.com/GV5n9JmBnY
Esta nevada histórica, en una región donde las altas temperaturas son lo usual, llamó la atención de diversos expertos, quienes señalan a un sistema de baja presión originado en el Mar Arábigo como la causa de este acontecimiento.
Los sistemas de baja presión se relacionan con nubes y precipitaciones que pueden causar cambios de temperatura a lo largo del día. En este caso, el origen se encuentra en el contacto de esta corriente con las altas temperaturas de la región.
Según el Centro Nacional de Meteorología de los Emiratos Árabes Unidos, este sistema cargó de humedad las tierras del desierto saudí, lo que causó lluvias intensas y una granizada que cubrió de blanco la región de Al-Jawf, además de provocar bajas temperaturas por un par de días.
Algunos expertos indican que este no es solo un acontecimiento insólito, sino también una de las muchas consecuencias de los cambios extremos en el clima global, que evidencia condiciones meteorológicas inusuales, extremas y cada vez más frecuentes.
2. La nieve llega al Sahara, el desierto más grande del mundo
En el 2021, la nieve llegó a la superficie más caliente de la Tierra; el desierto del Sahara al norte de África en la ciudad de Ain Sefra, Argelia. Pero, esta no es la primera vez. Debido al cambio climático, las nevadas en zonas áridas se hacen cada vez más comunes.
Snow blankets fell on the Sahara desert sands after temperatures in Algeria fell to 26 degrees Fahrenheit. pic.twitter.com/ROsJYfuk7y
— CBS News (@CBSNews) January 19, 2021
Anteriormente, este lugar ha soportado nevadas fuertes en los años 1979, 2017 y 2018, generando un patrón cada vez más intenso, donde incluso se han registrado hasta -3ºC por la noche.
En cuanto al último reporte de hace tres años en Ain Sefra, los expertos explican que esta zona se ubica a poco más de mil metros sobre el nivel del mar y está rodeada por las montañas del Atlas.
“Esta situación le permite tener temperaturas relativamente más suaves que algunas de otras ciudades que le rodean, razón por la que el microclima hace que sea relativamente más frío que otras localidades cercanas”, indican en un informe de un medio internacional.
3. Antártida se tiñe de rojo y verde
Científicos de la Base de Investigación Vernadsky de Ucrania en la Antártida descubrieron en el 2020 manchas rojas sobre los bloques de hielo de dicha área.
Si bien se creyó que se debía a la muerte de ciertos animales, la verdadera causante de esta coloración intensa fue la alga roja llamada Chlamydomonas nivalis.
Esta alga se encuentra típicamente en el hielo y nieve en cadenas montañosas, así como en los polos. De acuerdo al Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania, han encontrado su nicho en climas extremadamente fríos.
Durante los meses de invierno, estas algas están inactivas, esperando que el hielo y la nieve se descongelen. Cuando el ambiente se calienta, florecen y se replican. Las algas cambian de color y pasan de verde a naranja o rojo durante su ciclo de vida.
Sin embargo, este tipo de floración tiene un efecto nocivo sobre el hielo y el derretimiento de los glaciares en muchos lugares geográficos.
El hielo blanco es bueno para reflejar la luz, reduciendo la cantidad de calor que absorbe el glaciar. Pero, al ser estas algas de color oscuro, reflejan menos luz solar y, por tanto, los glaciares se derriten más rápido.
Dado que las temperaturas más cálidas en todo el mundo crean floraciones más tempranas y largas para las algas, se produce un círculo vicioso entre los pequeños organismos, el cambio climático y el derretimiento de los glaciares en todo el planeta.
4. Un Lago Titicaca cada vez más seco
El descenso del nivel de agua del Lago Titicaca, ubicado entre Perú y Bolivia, es un fenómeno reciente, nunca antes observado, y al menos en la región peruana de Puno, está provocando una emergencia en el abastecimiento de agua potable para la población.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) alertó que el nivel del agua del lago Titicaca en Puno tuvo una reducción del 23% desde abril del 2024 debido a la temporada de seca que afecta al altiplano puneño.
Las autoridades declararon que esta situación es una consecuencia directa de la escasez de precipitaciones pluviales en la región durante los meses críticos que van de abril a noviembre de cada año.
Asimismo, en los últimos años, especialmente en 2023 y parte de 2024, el lago Titicaca registró una disminución de aproximadamente 68 centímetros, generando preocupación sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
Cabe resaltar que este tipo de comportamiento no se había observado desde 1940 en el lago navegable más alto del mundo.
El Senamhi, además, señaló que la presencia de condiciones El Niño en la zona del Pacífico Central, un fenómeno cada vez más frecuente a raíz del calentamiento global, son las que promueven estos escenarios de déficit de lluvias.
5. El imponente Río amazonas pierde caudal
Otra situación crítica es la que vivió la Amazonía en América del Sur. Tan solo Perú, en la región Loreto, enfrentó hace unas semanas el descenso histórico del caudal del río Amazonas, lo que fue considerada como la sequía más extrema de los últimos años.
El río Amazonas es el más largo y caudaloso del mundo, es decir, contiene hasta una quinta parte del agua dulce en estado líquido del planeta y su volumen de agua puede alcanzar los 219.000 m³.
Al 24 de septiembre del 2024, se reveló que el nivel del agua del río Amazonas había alcanzado los 105.45 metros sobre el nivel del mar, a tan solo 7 centímetros del nivel histórico más bajo registrado en el año 2010, donde el caudal llegó a 105.38 m³.
Diversos expertos atribuyen este descenso histórico en el caudal del río Amazonas a la crisis climática, el Fenómeno El Niño y al impacto del verano en la región de la selva peruana.
Si bien este fenómeno hídrico en Loreto era esperado por las autoridades para el mes de agosto, no se tenía previsto la magnitud en el descenso en el caudal, lo ha causado gran alarma por su impacto a nivel económico y social en la región.
6. La expansión de huracanes cada vez más intensos
Aunque los huracanes siempre han sido parte del clima global, en los últimos años se ha observado un aumento en la intensidad de estos fenómenos. Los huracanes más poderosos, como el huracán María en 2017 y el huracán Dorian en 2019, han causado devastación en el Caribe y el sureste de Estados Unidos.
La temperatura del océano, que ha aumentado debido al calentamiento global, ha contribuido a que estos huracanes sean más intensos, con vientos más fuertes y lluvias más torrenciales, lo que también se traduce en pérdidas humanas y devastaciones.
7. El derretimiento acelerado del permafrost en el Ártico
El permafrost es una capa de suelo que permanece congelada durante todo el año y contiene grandes cantidades de carbono en forma de materia orgánica (plantas, animales y microorganismos) que no se descomponen del todo debido a las bajas temperaturas.
No obstante, se está descongelando más rápido de lo esperado por los científicos debido al calentamiento global. Ejemplo de ello es la ola de calor que padeció Siberia en el 2020 y la constante reducción del grosor del hielo en el estado de Alaska.
Este fenómeno es conocido como amplificación ártica, lo que indica que las temperaturas en esta región están aumentando entre dos o tres veces más rápido que en otras partes del mundo.
Uno de los principales riesgos asociados con el derretimiento del permafrost es la liberación de gases de efecto invernadero como el metano, mucho más tóxico que el dióxido de carbono y con mayor capacidad de atrapar calor en la atmósfera.
La descongelación, además, altera la vegetación, los procesos hidrológicos y el hábitat de los animales, como los osos polares, renos y liebres.
Finalmente, este fenómeno puede provocar la liberación de bacterias y virus antiguos que han estado congelados durante miles de años, lo que representa un riesgo para la salud pública.
Toda esta serie de efectos por la crisis climática global sucede en cadena en los últimos años, afectando tanto al medio ambiente como a la población humana. Se espera que en los próximos 30 a 50 años las consecuencias sean potencialmente devastadoras si no se toman medidas para mitigar el impacto del calentamiento global.