La Iglesia Católica abrió las puertas a la bendición de las parejas del mismo sexo, y de aquellas que se encuentran en una situación irregular
A través de un documento oficial el Vaticano se mantiene firme en que el matrimonio es un sacramento para toda la vida entre un hombre y una mujer, pero aclara que las bendiciones no deben negarse.
Y es que el texto explica que las personas que buscan una relación trascendente con Dios y buscan su amor y misericordia no deben ser sometidas a un exhaustivo análisis moral como condición previa para recibirla.
Según explica el documento la bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio.
Este tema suscita tensiones en la Iglesia debido a la fuerte oposición del ala conservadora, especialmente en Estados Unidos.
En octubre, cinco Cardenales conservadores pidieron al PapaFrancisco reafirmar la doctrina católica sobre las parejas homosexuales, sin embargo en las conclusiones del Sínodo de noviembre se dejó de lado esta cuestión.
El Sumo Pontífice, desde que fue elegido, ha insistido en la importancia de una Iglesia abierta a todos, lo que ha generado muchas críticas de sus detractores.
