Guayaquil en tiempos de coronavirus: Entre 30 y 150 cuerpos se recogen a diario en la ciudad ecuatoriana

Por: Giselle Jácome

Periodista/ Anchor Centro TV Radio

Guayaquil, la ciudad donde la alegría estaba a flor de piel, la fiesta siempre presente para festejar el triunfo de uno de sus dos equipos favoritos de fútbol, Emelec o Barcelona, ha sido sorprendida por el COVID-19.

En los últimos días las fotos y videos del levantamiento de cadáveres en Guayaquil coparon las redes sociales y múltiples versiones surgieron en torno a ello. En esta nota te contamos a detalle qué es lo que está pasando en la también llamada Perla del Pacífico.

Muchos siguen llegando al cementerio Jardines de la Esperanza para enterrar a sus familiares, llevándolos en el techo de sus vehículos. Foto: EFE/ Marcos Pin

Cuando el COVID-19 “llegó para quedarse”

Desde el 29 de febrero del 2020 con el primer caso positivo la vida cambió para más de 2 millones seiscientos mil habitantes de Guayaquil. 

El 12 de marzo el Gobierno ordenó la suspensión de eventos públicos, clases y reuniones de más de 100 personas, pero se consideraba una medida exagerada, el pensamiento de “esto solo pasa en Italia, a mí no me va a tocar” llenó de tranquilidad a la población que jamás pensó que el COVID-19 había llegado para quedarse.

A diciembre de 2019 el índice de pobreza de la ciudad de Guayaquil registraba 11,2% según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con este porcentaje la población más vulnerable no tiene para pagar un féretro en condiciones normales. Hoy con la pandemia las cosas se han puesto peor, pues hay más de un contagiado en casa.

Ataúdes de cartón son almacenados en la terminal terrestre de Guayaquil. El Municipio ha donado 1500 cajones de cartón compactado para paliar la escasez de ataúdes. Foto: EFE/ Alcaldía de Guayaquil 

La alcaldesa contrajo el coronavirus, la ciudadanía se resiste a la cuarentena 

La alcaldesa Cinthya Viteri contrajo el virus y en aislamiento ha tratado de dirigir la ciudad, con pocos resultados, pues la población no se queda en casa. Los ciudadanos siguen saliendo a comprar en los mercados sin mantener la distancia, las personas de la tercera edad hacen fila en los bancos para cobrar sus jubilaciones sin mascarillas, guantes o lentes protectores.

Un toque de queda siete días a la semana desde las 14h00 hasta las 05h00, prohibición de circulación vehicular, distanciamiento social y trabajo desde casa, son algunas de las medidas que el gobierno ha implementado para evitar el contagio, pero la cultura local no lo acata. 

Decenas se agolpan en el camposanto Parques de la Paz, para exigir que les entreguen a sus difuntos para enterrarlos. Los cadáveres corresponden a personas que fallecieron en hospitales o en domicilios y fueron levantados por las autoridades.  Foto: EFE/ Cristina Bazan

En Guayaquil la muerte descansa en las veredas

El presidente Lenín Moreno en una cadena nacional visiblemente molesto mostró un mapa de seguimiento de contagiados hecho a través de una APP donde se veía  que varios ciudadanos habían violado la cuarentena y seguían circulando por algunas zonas del país, contagiando a otros. El presidente  ha hecho un llamado a tomar conciencia de lo peligroso que esto resulta.

Guayaquil tiene el 70% de los contagiosen Ecuador y registra el mayor número de muertes.  Esto se suma a las condiciones normales de la ciudad que registra un 30% de las 70.000 muertes por año que tiene el país.  Las funerarias ya no pueden recibir más cadáveres, los servicios de medicina forense están trabajando día y noche para realizar las autopsias y aclarar las causas de muerte.

La desesperación de familiares de fallecidos hace que saquen los cuerpos a la calle para que las autoridades de salud los recojan, ante esta situación el gobierno ha implementado la Fuerza de Tarea una comisión que se encarga de todos los trámites de levantamiento de cadáveres y sepultura de los mismos. Según el secretario encargo de esta cartera, Jorge Wated, en los últimos días se han levantado entre 30 y 150 cuerpos diarios.

Dos camposantos están destinados para recibir los cuerpos de las victimas del COVID-19, los terrenos aún están aplanándose con maquinaria del gobierno, quienes no tienen recursos pueden sepultar allí a sus familiares. La alcaldía dispuso de contenedores frigoríficos para que sean almacenados los cuerpos porque las morgues están sin espacio.

Foto cedida por el Diario Expreso que muestra un féretro con un fallecido que deberá ser recogido por las autoridades para ser enterrado. EFE/Juan Faustos/Cortesía Diario Expreso

“Muchos siguen muriendo sin saber si estaban o no contagiados”

Las cifras de fallecidos por COVID-19 se publican diariamente. Las de los hospitales o de quienes se encuentran en cuarentena están siendo vigilados por la autoridad de salud. Hay muchos otros que mueren sin saber si estaban o no contagiados, que no se reportaron a la autoridad, que tenían otras enfermedades, que mueren en accidentes o por hechos violentos.

Lo único que detiene el contagio es quedarse en casa y muchos ecuatorianos no entienden que deben hacerlo para no morir y no matar a otros. En una sociedad donde no se toma en serio la advertencia con un 25% de pobreza y 3,8% de desempleo, el panorama no es prometedor, pues muchos deben salir a buscar alimento y el virus seguirá cobrando vidas.

El Gobierno ha destinado 200 millones de dólares para atender la crisis, está repartiendo alimentos en los sectores más vulnerables, más un bono de 60 dólares (unos 208 soles) para las familias en condiciones de pobreza. 

Vista de ataúdes con fallecidos por coronavirus en el cementerio Jardines de Esparanza, en Guayaquil. Foto: EFE/ Marcos Pin

Hoy el sufrimiento de nuestros hermanos nos entristece, ya no hay más salidas a la costa, reuniones con amigos, ferias y ventas ambulantes.  Entonces llega a la mente las líneas de la canción hecha por el poeta Lauro Dávila “Guayaquil de mis amores” que cantaremos hasta que todo esto pase.

“Tú eres perla que surgiste
del más grande e ignoto mar,
y si al son de su arrullar
en jardín te convertiste;
soberana en sus empeños
nuestro Dios formo un pensil
con tus bellas Guayaquil;
Guayaquil de mis ensueños”