Muchos influencers han encontrado en TikTok un escenario para compartir experiencias muy personales, ya sea en el ámbito amoroso, laboral y hasta familiar. Ese fue el caso de Kiara Laos, la hermana menor de Flavia Laos.
Y es que la influencer se animó a contar un pasaje desconocido de su vida cuando era adolescente y se mudó a vivir a Estados Unidos.
¿Qué le pasó a la hermana de Flavia Laos en Estados Unidos?
De acuerdo con su relato, Kiara vivió un maltrato psicológico por parte de su madre adoptiva.
“Storytime y chisme cuando mi madre adoptiva me trató de deportar, se robó mis cosas y me dejó totalmente sola en un país extraño siendo yo menor de edad. Esta historia no la quise contar por mucho tiempo porque fue uno de mis momentos más vulnerables y traumáticos que viví acá, en Estados Unidos y me costaba contarla, pero ya han pasado 5 años y siento que es momento que se sepa la verdad”, comenzó Kiara a través de un video que posteó en TikTok.
Resulta que Kiara decidió mudarse a Estados Unidos, por lo que sus padres tuvieron que darle su tutela a una amiga de la familia. Eso sí, los progenitores de la joven se hacían cargo de todos los gastos económicos de Laos.
“Yo nací, viví y me crié en Perú hasta los 15 años y se me ocurrió venirme a vivir a Estados Unidos por medio año para poder tener mi experiencia americana. Cuando llegué acá me tocó una realidad diferente. A mis 15 años, mis papás le cedieron mi tutela a esta amiga de la familia. Le digo mamá adoptiva, pero nunca fue una madre para mí. Ella en Estados Unidos era mi figura materna y paterna ante la ley”, explicó la hermana de Flavia.
Kiara Laos y el mal momento con su madre adoptiva
A su corta edad, Kiara tuvo que ser testigo de la “doble cara” de su madre adoptiva. Y es que, a pesar que le dijeron que tenga cuidado con la mujer, Laos siempre quiso creer que eran equivocaciones, pero el maltrato psicológico que vivió le demostró lo contrario.
“El acuerdo era que mis papás se iban a encargar al 100% de mis finanzas. Ella me estaba dando un cuarto y mis papás le pagaban por eso, por mi comida y por todo lo que necesite (...) Todo el mundo me decía cuidado porque ella muestra una careta, no le creí a nadie. Pensaba que todos eran envidiosos, pero me di cuenta cuando era tarde. Cuando empezó el cole me di cuenta que esta señora no era buena persona. No quería que me junte con mis amigos morenos porque eran morenos, nunca me pintó ninguna excusa, me dijo que no me juntara porque son cochinos. Ella es más peruana que la papa (...) Hablaba mal de mi familia, mis padres, mis abuelos. Me amenazaba que me iba a regresar a Perú”, sostuvo Kiara.
