Hoy:

    SJL: Las imputaciones contra el reo que fugó de una clínica durante cita médica

    El peligroso sujeto tiene 38 años de edad y tres ingresos a la cárcel

    Genaro Aguilar Oliva planeó pacientemente su fuga. Foto: América Noticias

    Genaro Aguilar Oliva planeó pacientemente su fuga. Escogió el día de su cita médica para dar la sorpresa y salió del penal engrilletado con la excusa de tratarse un cuadro de tuberculosis en la clínica Limatambo de San Juan de Lurigancho; en ese lugar ya lo esperaba un escuadrón de criminales dispuestos a todo por conseguir su libertad.

    El peligroso sujeto tiene 38 años de edad y tres ingresos a la cárcel. La última vez que ingresó a prisión fue el 16 de enero de 2011. El Primer Juzgado de Condevilla, lo condenó a 30 años de prisión por el delito de trata de personas, pero no es la única grave imputación que carga sobre sus espaldas.

    En el 2010 fue encerrado en el Centro Transitorio de Procesados Santa Bárbara en el Callao, pues se le señalaba de pertenecer a una banda de marcas, huyó de ese lugar con relativa facilidad hasta que reapareció un año después.

    Fue detenido el 7 de enero de 2011, junto a una menor de 13 años, a quien utilizaba como carnada para asaltar a taxistas en la zona de Lima Norte. Por este caso fue investigado por el delito de trata de personas. 

    Las autoridades probaron su peligroso grado criminal y lo condenaron a 30 años tras las rejas. Fue recluido en el penal Miguel Castro Castro, hasta que en el 2018 fue trasladado a otra prisión por un cuadro médico de tuberculosis. Usó ese diagnóstico para planificar su fuga.

    Por esa afección, Genaro Aguilar fue trasladado al penal de Lurigancho, donde obtuvo una autorización de la Junta Médica Penitenciaria para ser visto en esta Clínica. Era la segunda vez en el año que pisaba este lugar, y no lo hizo por razones médicas. 

    Su mirada estaba puesta en la fuga, ese era el mejor escenario para evadir a las autoridades y había que asegurar que todo saliera bien. Planificó cada detalle, con pistoleros, motos, autos y una misteriosa mujer que siguió todo de cerca. Hoy Genaro Aguilar se ha convertido en un objetivo prioritario para la Policía.

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