Hoy:

    El ranking de los 10 vehículos con más infracciones impuestas por la ATU suman más de S/ 4 millones

    A pesar de las multas y embargos, los depósitos están saturados de vehículos y las deudas camino a la prescripción, mientras Lima se ahoga con la informalidad del transporte público

    Video: Cuarto Poder

    Chatarras motorizadas como esta son el pan de cada día para los pasajeros que buscan ir de un punto a otro en Lima y Callao.

    Es la informalidad del transporte andando a toda marcha ante nuestros ojos. Un problema que sufrimos en las pistas, y que ni las costosas multas fijadas para los vehículos informales pueden frenar.

    En este pasaje de San Juan de Miraflores -según Reniec- vive Ana Ccuno Flores, dueña de una cúster que acumula 534 mil 600 soles en multas de la ATU. Se trata de uno de los diez vehículos con más deuda en todo Lima.

    Por cada día que pasa en este depósito de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), la cúster de la familia Ccuno eleva en 13 soles con 80 céntimos la deuda de su propietaria con el Estado. La unidad informal, de placa A4I-713, es un cadáver con motor.

    El flamante presidente de ATU, José Aguilar, planea que en dos semanas los vehículos que son abandonados en los depósitos comiencen a ser reducidos a chatarra. En las seis cocheras de la entidad en la capital hay 2 mil 140 unidades internadas.

    Todos estos vehículos fueron multados por ser usados para servicios informales. Para que sus dueños los puedan retirar deben pagar la infracción, que puede ir desde 2 mil 475 soles hasta poco menos de 20 mil soles; esto, sin contar otros costos como el uso de grúa, guardianía y la tarifa de ingreso y salida del depósito. Algunas unidades llevan paradas aquí más de dos años.

    Pero los dos mil vehículos informales en los depósitos no son los únicos con deudas pendientes de ejecución. La cantidad de dinero que le deben los transportistas a la ATU es multimillonaria.

    En los cuatro años de existencia de ATU, 300 mil de estas hojas se han convertido en deuda al estado.

    Tener esta información en papeles y apenas guardada en un disco duro impide que la ATU y los bancos puedan cobrar a los transportistas deudores.

    Esta semana accedimos a la lista de vehículos informales en Lima y Callao con más actas de fiscalización impuestas por la ATU. Repartidas sin excepción en toda la ciudad, las diez unidades más multadas de la capital suman una deuda conjunta de 4 millones 494 mil 600 soles.

    La capacidad de cobro de la ATU es tan precaria que muchas personas con deuda ni siquiera han sido notificadas.

    José Príncipe, de 73 años, asegura que en 2001 viajó al extranjero luego de vender su auto. La venta, como no podía ser de otra forma, fue informal y nunca se legalizó en registros públicos.

    El hombre que tiene en sus manos agilizar el cobro de las deudas a la ATU dijo, en una reciente entrevista no ser usuario del sistema de transportes. Por eso, fuimos con él a un paradero de la capital que suele ser un potencial hervidero de informalidad.

    Y justamente abordaremos una cúster informal, pues el vehículo de placa B3K-732 -según los registros de ATU- no está habilitada para ofrecer el servicio de transporte público.

    Basta darle un vistazo al interior de la unidad para descubrir por qué. En la parte alta de Villa María inician varias rutas que ampliaron su licencia de funcionamiento. Según el sistema de multas, una de estas cúster es la que acumula la mayor cantidad de deuda por actas de fiscalización, pero aquí todos dijeron no conocer a Jaime Quispe Aliaga, dueño del vehículo sancionado con 693 mil soles por la ATU.

    Intentamos buscarlo en la dirección que el chofer infractor consignó en Reniec, pero en vez de su domicilio lo único que encontramos fue más cúster informales, todas ellas camufladas entre aquellas otras que sí están habilitadas. Según cifras oficiales, hay 22 mil unidades formales que hacen transporte público en Lima y Callao.

    Después de cinco años sin usar transporte público, formal o informal, el jefe de la ATU hace un análisis de lo que le toca administrar.

    Una de estas aristas que menciona el economista José Aguilar puede resumirse a cabalidad en este taxi informal de placa B5M-678. El desfasado modelo de 1997 figura en registros públicos a nombre de Sarita Malca Ynsapillo, pero quien lo maneja y ha sumado 113 mil soles en multas es su padre, Orlando Malca.

    Esta es una de las 46 actas de fiscalización que le han impuesto al auto que Sarita Malca le alquila a su padre. Aquí se consigna, luego de los datos del conductor y del vehículo, la razón por la que fue multado: prestar servicio de taxi sin autorización de ATU.

    Y es precisamente en las exoficinas de este organismo autónomo, en Surquillo, que los famosos tramitadores les enseñan a conductores como Orlando a provocar la prescripción de las actas y a lograr que sean borradas de su historial.

    Hasta la fecha -por pericia de los abogados u omisión de los funcionarios de ATU- lo cierto es que 45 mil actas han prescrito. Eso equivale a 160 millones de soles en infracciones que dejaron de ingresar a las arcas públicas.

    Con esta ayuda que, pese a ser polémica está increíblemente dentro de los márgenes de la ley, los colectiveros siguen operando sin sanción alguna.

    Junto con el jefe de la ATU subimos a una de estas unidades en la avenida Javier Prado, pero la presencia de nuestra cámara alertó al chofer, quien detuvo su marcha.

    Al bajar, notamos que el auto de placa B2H-203 estaba habilitado, pero igualmente en falta ya que la modalidad de taxi colectivo es totalmente informal. Lo curioso es que, mientras veíamos el ir y venir de estas unidades por el carril exclusivo del corredor rojo, el auto averiado partió y no dejó huella.

    La ATU asegura que en pocas semanas estará listo un nuevo reglamento que les permitirá ser más eficientes en el control de las rutas autorizadas.

    El transporte público falla por todos lados y muchos creen que con multas altas y embargos los problemas acabarán. Sin embargo, ya vemos que los depósitos están saturados y las deudas en agonizante camino a la prescripción. De seguir este camino, el descontrol será interminable y a Lima no le quedará más salida que seguir trepándose al coche de la ingobernable informalidad.