Hoy:

    ¿Quién ordenó la muerte del contador Elvis Tupia frente a sus amigos?

    Sus familiares de Sarita Colonia en el Callao lo recuerdan como El Rey de los Eventos y creen que, por su visible éxito, era extorsionado desde hace varias semanas

    Foto y video: América Noticias

    La delincuencia lo tenía rodeado, de los cinco disparos que percutó su asesino solo uno falló. Las balas le atravesaron el cráneo y el pecho acabando con su vida en minutos en el Callao.

    Julio Elvis Tupia Rua dejó de existir a los 33 años, era un joven contador y empresario exitoso, vecino de Sarita Colonia en el primer puerto donde su trágica partida ha sorprendido a quienes lo consideraban un ejemplo.

    Estaba en el mejor momento de su carrera, hace un mes concretó uno de sus sueños, no solo era contador, estudiaba derecho y junto a sus colegas inauguró un estudio jurídico contable en una céntrica zona del Callao.

    Era el final de una jornada laboral, Elvis conversaba con compañeros de trabajo en la puerta de su estudio, el grupo reía y compartía sin notar que a pocos metros eran vigilados por sicarios. Camuflados en la oscuridad, el gatillero y su compinche confirmaban asi la ubicación de su víctima.

    Los gritos desesperados de su socio y amigo no pueden cambiar el triste final de Elvis que yace sobre el pavimento ensangrentado. Los vecinos registran el trágico momento desde sus ventanas. Los minutos de espera fueron determinantes, la victima llegó cadáver al hospital Negreiros.

    Elvis o Breaker, el Rey de los eventos, como le decían sus amigos, era multifacético, fue DJ, gustaba de los ritmos modernos y apostaba por los talentos jóvenes de su barrio quienes lo despidieron con su música.

    Elvis era casado y deja una hija en la orfandad, su familia más cercana evitó nuestras cámaras por temor a la delincuencia que lo tenía en la mira. Ellos creen que por su visible éxito pudo ser extorsionado, pero de investigarlo se encargara ahora la policía.

    Su ataúd recorrió las calles de Sarita Colonia e incluso fue homenajeado en la parroquia donde participó activamente. Sus restos fueron sepultados en el Parque del Recuerdo de Oquendo en el Callao.