Paraíso de coleccionistas en excarpa Grau

En el corazón de Lima, una feria de juguetes escondida se ha convertido en el destino favorito de coleccionistas y fanáticos. Ubicada en la excarpa Grau, donde antes se cantaba chicha y se montaban circos, hoy más de un centenar de stands ofrecen verdaderas joyas de colección. Desde figuras de acción hasta ediciones limitadas, cada puesto es una máquina del tiempo que transporta a los visitantes a su infancia.

Los asistentes pueden encontrar desde juguetes en cajas originales hasta piezas sueltas que solo un verdadero conocedor sabe valorar. "Ver una figura de John Cena en caja, sellada y con accesorios es una locura", comenta un entusiasta, reflejando la emoción de los compradores. Además, la feria no solo se trata de adquisición, sino de intercambio y de compartir una pasión común.

Uno de los grandes atractivos son las figuras de edición especial, como la Barbie Celia Cruz, parte de la línea "Mujeres Inspiradoras", o la exclusiva Barbie Catrina para el Día de los Muertos. "Cada año, Mattel lanza modelos exclusivos que se convierten en tesoros para los coleccionistas", explica un vendedor.

Para los amantes del anime y los superhéroes, el evento también ofrece artículos únicos. La espada del augurio de los Thundercats y el guantelete de Iron Man son algunos de los objetos más codiciados. "Esta espada es una réplica licenciada de la original japonesa y cuesta aproximadamente 2000 dólares", detalla un expositor.

El coleccionismo de autos a escala también tiene su espacio. Modelos como el A86 Trueno, réplica exacta con capó de fibra de carbono y tapizado original, pueden encontrarse en esta feria, con precios que oscilan entre los 250 y 500 dólares.

Pero no solo los humanos disfrutan de este evento. Un stand especializado en accesorios para mascotas presenta desde máscaras de Batman hasta calzones para gatos en celo. "Chetos, nuestro modelo, se deja poner de todo", dice el vendedor entre risas mientras exhibe un disfraz de ranita.

La Feria de Juguetes de Colección no es solo un mercado, sino un punto de encuentro donde la nostalgia y la emoción se combinan con el arte y la historia. Para muchos, no se trata solo de juguetes, sino de recuerdos tangibles de su infancia y de una pasión que los acompañará toda la vida.