Sicariato juvenil en Callao: Más detalles del asesinato de Mafer
La violencia juvenil continúa siendo una de las mayores preocupaciones en el Callao, donde un menor de 14 años, conocido como 'Chato', disparó contra una joven y su pareja en un acto de sicariato.
Foto y video: América Noticias
El jueves 27 de marzo, alrededor de las 4 de la tarde, el Callao fue escenario de un crimen impactante. Un adolescente de solo 14 años, identificado como 'Chato', disparó contra una pareja en plena vía pública, dejando a una víctima fatal y otra gravemente herida. El ataque ocurrió en el marco de la creciente violencia entre bandas criminales que azotan el primer puerto del país.
Según fuentes policiales, el menor fue reclutado por una de las organizaciones criminales que operan en el Callao para llevar a cabo el sicariato. El objetivo: eliminar a uno de los jóvenes que se encontraba en el lugar. El menor disparó entre 9 y 10 veces, sin mostrar remordimientos, y posteriormente intentó escapar.
Las víctimas eran una joven de 18 años, identificada como María Fernanda Caycho Meza, quien había celebrado su cumpleaños solo un día antes, y su pareja, un joven de 17 años. María, al percatarse de la amenaza, intentó proteger a su compañero. Lamentablemente, fue alcanzada por los disparos, mientras que su pareja se encuentra luchando por su vida en un hospital.
María Caycho, hija del conocido cantante chalaco Omár Caycho, era un rostro familiar en la comunidad. Su muerte ha causado una profunda tristeza no solo en su familia, sino también entre los habitantes del Callao, quienes conocían a la joven por su vínculo con el mundo de la música y su cercanía con su padre.
Chato es un menor de 14 años que, según las autoridades, fue reclutado por una de las organizaciones criminales que operan en la zona. El joven fue armado con una pistola y enviado a ejecutar un sicariato. Tras el ataque, intentó escapar, pero en su huida disparó contra un efectivo policial que trató de detenerlo, lo que generó un nuevo tiroteo. Finalmente, el menor fue detenido gracias a la intervención rápida de Serenazgo y la Policía Nacional del Perú.
El adolescente ingresará a un centro juvenil, donde enfrentará el proceso judicial correspondiente por su participación en el crimen. A pesar de su detención, surge la pregunta de si este tipo de medidas son suficientes para reinsertar a los menores en la sociedad o si, por el contrario, la violencia juvenil seguirá en aumento.
