Joven de 20 años asesinada cruelmente por un extranjero

El asesino fue capturado en Juliaca y no mostró signos de arrepentimiento. La familia y amigos de la jovencita exigen justicia

El asesinato de Cindy: un sueño truncado por un venezolano. Foto y video: América TV

La trágica muerte de Cindy Choquehuanca, una joven de 20 años, ha desatado un profundo dolor en Arequipa, donde familiares y amigos luchan por obtener justicia tras el atroz crimen que le arrebató la vida. 

Una joven llena de vida y sueños

Cindy, conocida por su timidez y por ser una persona alegre y estudiosa, fue asesinada de manera cruel por un hombre de nacionalidad venezolana que, tras ingresar al país solo unos días antes, le arrebató la vida en un establecimiento de su ciudad natal.

Cindy había comenzado a trabajar en una farmacia como parte de sus prácticas profesionales, con la ilusión de terminar su carrera y construir un futuro mejor. Sin embargo, el destino la sorprendió trágicamente cuando Delvy Gamarra González, el agresor, ingresó al lugar a pedirle dinero. Tras su negativa, la joven intentó escapar y se refugió en el baño del local, pero el agresor la alcanzó, la estranguló y le propinó varios golpes. Los restos de sangre hallados en el lugar y los testimonios de las cámaras de seguridad dejaron claro que el ataque fue brutal y sin piedad.

Una de sus compañeras, que lamenta profundamente la tragedia, expresó su indignación: “Esto no es justo, mi compañera no debía estar sola, nadie debía permitir que ella estuviera en esa situación”. La indignación por la falta de responsabilidad de los dueños del establecimiento, que dejaron a Cindy trabajando sola a tan tempranas horas de la mañana, también ha sido una de las principales quejas.

La madre de Cindy, entre lágrimas y gritos de desesperación, no deja de clamar justicia: “Que se haga justicia por lo que le hicieron a mi hija. No puede quedar así, tiene que pagar por lo que hizo”, dijo con la voz quebrada. 

El asesino fue capturado en Juliaca y no mostró signos de arrepentimiento. En un video difundido por la policía, Gamarra confesó el crimen, explicando que la joven se desmayó durante el ataque y que, al ver que ella ya no reaccionaba, decidió abandonar el lugar y escapar. Las frías palabras del agresor solo aumentan la conmoción ante el crimen.

Además de la tragedia principal, un daño colateral ha causado más dolor a la familia. Bryan Vidalon, quien fue detenido por error tras ser confundido con el responsable del crimen, ha pedido apoyo legal para limpiar su nombre. La policía, tras reconocer la equivocación, liberó a Vidalon, pero no sin antes causarle perjuicios económicos y personales, ya que perdió su empleo debido a la confusión.

Cindy, quien se caracterizaba por su bondad y por ser una joven risueña que siempre hacía reír a sus amigas, era también muy estudiosa. Sus compañeras, visiblemente afectadas por su partida, la recuerdan con cariño: “Era mi mejor amiga, la que siempre me sacaba una sonrisa. La extraño mucho”, compartió una de ellas, visiblemente emocionada. 

Con tan solo 20 años, Cindy tenía grandes sueños. Su último deseo era terminar su carrera y ayudar a su familia, buscando siempre superarse. Trabajaba con esfuerzo en sus prácticas profesionales, no solo para ganar experiencia, sino también para obtener las herramientas que le permitieran alcanzar un futuro brillante. Cindy soñaba con convertirse en una profesional exitosa, capaz de brindar un mejor futuro a sus seres queridos y de compartir su alegría con el mundo.

Desafortunadamente, esos sueños fueron brutalmente arrebatados por un hombre sin escrúpulos que, al entrar en su vida de forma trágica, acabó con sus esperanzas y su futuro.