Gasoducto Sur Peruano: aparecen nuevas pruebas sobre irregularidades

En el entramado de proyectos que se encuentran bajo investigación por el caso Lava Jato, el Gasoducto Sur Peruano reviste particular atención. A diferencia de la Interoceánica o el Metro de Lima, los avances del Ministerio Público parecerían ser mucho más lentos en este caso. Quizás, debido a la ausencia de una imputación o acusación directa. Los funcionarios de Odebrecht se han esforzado en recalcar que en el caso del Gasoducto jamás se pagó una coima, ni en el gobierno de Alan García ni en el de Ollanta Humala, por más que a este último le hayan entregado 3 millones de dólares para la campaña electoral de 2011. 

La labor del Ministerio Público se ha centrado, principalmente, en investigar los hechos acontecidos en torno al concurso de licitación pública internacional que en julio de 2014 le otorgó la buena pro de este proyecto al consorcio integrado por Odebrecht y Enagás. 

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Debido a esto, hace unas semanas, la Fiscalía formalizó la acusación penal contra Edgar Ramírez Cadenillas, presidente del comité de ProInversión, que otorgó la buena pro de este proyecto. La acusación alcanza también a Claudia Teresa Hokama, entonces gerente y representante legal de Odebrecht. Según el Ministerio Público, ambos se habrían concertado para que el consorcio integrado por la firma brasileña obtuviera la buena pro. Son procesados por los delitos de colusión agravada y, en el caso de Ramírez, también por el de negociación incompatible. La Fiscalía ha solicitado hasta 7 años de prisión.  

Esto es lo que decía Edgar Ramírez Cadenillas hace algunos años en entrevista para Cuarto Poder cuando el caso se empezó a ventilar. Sin embargo, poco o nada se ha dicho de la génesis del Gasoducto Sur Peruano allá por los años 2007, 2008 cuando el proyecto fue liderado por Kuntur Transportadora de Gas, una empresa que tenía detrás a un supuesto fondo de inversiones norteamericano que bajo su riesgo y financiamiento llevaría a cabo esta costosa idea: llevar el gas de Camisea a las regiones del sur del país a través de un complejo sistema de ductos. 

Cuarto Poder presentó en exclusiva, acuerdos y contratos confidenciales que datan de 2008, suscritos entre Kuntur Transportadora de Gas y Odebrecht. La firma de estos documentos se dio antes y después de que el gobierno de Alan García le otorgara a Kuntur TG la concesión administrativa del Gasoducto Sur Peruano en octubre de ese año. Lo curioso de estos documentos es que para entonces, Odebrecht aparece como constructor exclusivo del proyecto del gasoducto. Un proyecto en el que oficialmente figuró recién en el 2011 como accionista mayoritario y del que se hizo dueño total en 2012. Al no poder ejecutarlo, Odebrecht lo dejó de lado para participar en un concurso público por un proyecto de características similares, aunque de dimensiones mayores y que acabó ganando en consorcio en julio de 2014.

El espíritu del proyecto del Gasoducto Sur Peruano es, sin duda, loable: dotar del gas natural de Camisea a las regiones del sur del país. En el 2008, entre otras empresas, Kuntur TG presentó una iniciativa privada al gobierno peruano de entonces para transportar el gas de Camisea hacia el sur del país a través de ductos. Tal como lo planteaban, era un proyecto 100% privado sin ninguna clase de subsidio o ayuda del Estado peruano. Según el contrato que se firmó, el concesionario asumía el proyecto a su propio riesgo técnico, económico y financiero, con una inversión que bordeaba los 1 mil 350 millones de dólares. 

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Juan Pari, ex presidente de la comisión que en el Congreso anterior investigó el caso Lava Jato en el Perú, hace hincapié en algunos hechos que llaman la atención. Kuntur TG se había constituido recién un año antes en junio de 2007 bajo el nombre de Corporación Montería SAC con un capital de apenas 400 soles. Sus fundadores fueron dos jóvenes: Teresa Huamán Carrión y Luis Linares Sánchez, que entonces eran practicantes en el estudio de abogados Muñiz, Ramírez, Pérez Taiman y Olaya. En setiembre de 2007, la sociedad cambió de nombre a Kuntur Transportadora de Gas, se modificó el accionariado y se efectuó un incremento de capital de 2 millones 210 mil soles. 

Si bien no quisieron efectuar ninguna declaración para esta nota, en el estudio Muñiz refirieron que esta operación la hicieron ha pedido de un cliente suyo, Conduit Capital Partners que, según su página web, es un fondo de capitales privados que busca oportunidades de negocio en el mercado energético en Latinoamérica y el Caribe. Si bien Conduit era el dueño de Kuntur, en la práctica no ejecutaría ninguna obra, necesitaba de un socio para llevarla a cabo. 

En un acuerdo suscrito el 26 de agosto de 2008 entre Conduit y Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción, por la firma norteamericana aparece Samuel Gómez, socio y presidente del directorio de Kuntur, y por la empresa brasileña Raymundo Trindade Serra y Edson Nogueira Lemos. Como se sabe, Trindade Serra ha estado vinculado al caso de los presuntos sobornos al presidente regional del Callao, Félix Moreno. En este contrato, se acuerda que Odebrecht participará como constructor exclusivo del Gasoducto Andino del Sur o Gasoducto Sur Peruano. También se señala que Odebrecht se encuentra interesada en participar como accionista en Kuntur. 

De esta manera y, sin haber ganado nada, Odebrecht se convertía en la ejecutora del proyecto del gasoducto ya en agosto de 2008, antes que el gobierno de Alan García le diera la concesión a Kuntur. Esto se dio el 26 de setiembre de 2008 y el contrato se suscribió el 6 de octubre de ese año. El día de la suscripción en Palacio de Gobierno, se puede ver a los brasileños celebrando detrás de los socios y apoderados de Kuntur. Ahí están Jorge Barata y Reymundo Trindade Serra. 

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Entre los otros aspectos de este acuerdo, Odebrecht prohibió a Conduit firmar acuerdo alguno con empresas del rubro de la construcción que quisieran participar en la ejecución del gasoducto, salvo aprobación de la firma brasileña. También se le daba facilidades para hacerse con el 15% de las acciones de Kuntur. El 19 de diciembre de ese año, ya con la concesión otorgada a Kuntur, se firmó otro documento, una “confirmación relativa a las órdenes propuestas para proceder”, acordadas en una reunión en Lima entre funcionarios de Conduit y Odebrecht, entre los que figura Mauricio Cruz, el actual presidente de la firma en nuestro país. El acuerdo está escrito en inglés y aclara los pasos a seguir para la relación contractual entre ambas empresas. Jorge Barata firma el documento por Odebrecht. 

Buscamos a todas las partes involucradas en esta historia. Algunos no quisieron declarar, pero lo cierto es que, luego de la firma de estos acuerdos o contratos, Conduit Kuntur empezó a incrementar su capital aceleradamente para poder cubrir los costos asumidos en los compromisos con Odebrecht. Entre enero de 2009 y marzo de 2011, Kuntur aumentó su capital de poco más de 2 millones de soles a 66 millones y medio de soles con el objetivo de cubrir gastos. Eso fue inviable, lo que provocó que Odebrecht a la postre adquiriera el accionariado total de Conduit y se hiciera con el proyecto. En abril de 2011 obtuvo el 51% de las acciones y en junio de 2012 el 49% restante, con lo que terminó siendo el operador y concesionario del Gasoducto. 

Odebrecht nos dio su versión. Para empezar, señaló que el acuerdo entre Kuntur y ellos se hizo público el 27 de agosto de 2008, un día antes de suscribir este documento que hasta ahora nunca se había hecho público. Como prueba de ello, nos enviaron esta nota de prensa que apareció en algunos medios de la época como Andina, la agencia de noticias del Estado. 

Sostienen que este tipo de acuerdos son práctica habitual entre inversionistas y constructoras. Respecto al acuerdo en sí, la firma brasileña sostuvo que como contratista de Kuntur estuvo abocado a diseñar el estudio y relevamiento de vía, manual de diseño y topografía, estudio de riesgos y estudio de impacto ambiental. Odebrecht sostiene que Mauricio Cruz, el actual representante de la empresa en Perú, trabajó en Kuntur en el 2009 y fue responsable adjunto en las actividades de ingeniería preliminar, es decir, estudios y proyectos. En todo caso, la empresa admite que ante los problemas financieros de Conduit, empezó a adquirir acciones en Kuntur para cobrarse la deuda, con el desenlace conocido. 

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¿A cuánto ascendió la deuda contraída por Conduit con Odebrecht? La empresa brasileña no quiso entrar en detalles, pero según esta memoria de Kuntur a la que tuvimos acceso, la deuda total superó los 34 millones de dólares. Cuesta creer cómo Kuntur podía asumir el proyecto de Gasoducto de 1,300 millones de dólares si es que no podía siquiera pagarle a su supuesto contratista. Ningún representante de Conduit quiso declarar al respecto. 

Lo que sucedió después es más conocido. Odebrecht no pudo llevar a cabo el proyecto y a pesar de ello el Estado no pudo cobrarse la garantía de 67 millones de dólares que quedó en las cuentas brasileñas. En el gobierno de Humala, el proyecto se canceló y se dio pasó a una licitación pública internacional que Odebrecht ganó consorciado. Precisamente, el comité de selección que le dio la buena pro en 2014, estuvo presidido por el hoy denunciado Edgar Ramírez Cadenillas, quien a su vez fue asesor de Kuntur TG en el 2008, cuando Odebrecht ya firmaba acuerdos con esta empresa para viabilizar el proyecto. Es decir, siempre estuvieron ahí.