Este es el ave emblema de Perú y una de las más bellas del mundo que solo vive en Amazonas
Es una especie endémica del Perú que cautiva a quienes tienen la suerte de contemplarla
Los colibrís son aves muy admiradas por los seres humanos por su veloz aleteo, belleza y aporte a la naturaleza. En Perú existen diversas variedades de esta especie, pero una resalta por sobre todos, gracias a su inigualable hermosura, su condición de endémica y ser uno de los símbolos de la vasta riqueza natural de nuestro país.
Se trata del colibrí cola de espátula, conocido también como colibrí maravilloso o colibrí admirable, es una especie endémica del Perú que cautiva a quienes tienen la suerte de contemplarla.
Esta pequeña joya alada, endémica del Perú, habita los exuberantes confines de la selva amazónica, específicamente en el Valle Alto del Utcubamba, en la región de Amazonas, a más de 1200 kilómetros de la bulliciosa Lima.
Con sus diminutos 15 centímetros de envergadura, más de la mitad ocupada por su deslumbrante cola y su característico pico, el colibrí de cola de espátula es una proeza de la naturaleza. Pesando entre 40 y 70 gramos, este ser alado despliega una gracia celestial, con hasta 70 aleteos por segundo, tejiendo una danza sin igual en el cielo amazónico, una sinfonía de vida que encanta a los afortunados espectadores.
Su papel en el ecosistema va más allá de su encanto visual. Este colibrí actúa como un embajador de la reproducción vegetal, transportando el polen de flor en flor mientras se deleita con el néctar, asegurando así la diversidad y vitalidad de los bosques tropicales.
Asegurando así un servicio ecológico, la polinización, un proceso que se da de manera natural al obtener polen de plantas que necesitaban que las polinicen, además estas hermosas especies obtienen proteína a través de algunos insectos.
Su cabeza azul y garganta verde, junto con su pico largo y lengua fina, son herramientas especializadas para su dieta de néctar, complementada ocasionalmente con insectos y diminutas arañas; sin embargo, es su majestuosa cola la que roba el espectáculo.
Además, algo que diferencia a los machos de las hembras, es que los primeros cuentan con cuatro plumas distintivas, despliegan un abanico de colores vibrantes, terminando en un disco violeta azulado que pueden mover independientemente, una estrategia tanto para cortejar a las hembras como para enfrentar a los depredadores, como la temida serpiente.
En contraste, las hembras, aunque igualmente impresionantes, carecen de los vivos colores de sus compañeros masculinos y de las dos plumas más largas en la cola. Sin embargo, su elegancia no pasa desapercibida en el espeso dosel amazónico.
El colibrí cola de espátula, con su belleza única y su vital papel en el equilibrio ecológico, continúa siendo un tesoro invaluable de la selva peruana, una maravilla alada que nos recuerda la importancia de conservar y proteger los tesoros naturales de nuestro planeta.