Emergencia en hospitales: la realidad en el María Auxiliadora y Dos de Mayo
Se tratan de situaciones que podrían empeorar la salud de los pacientes y que requieren de soluciones inmediatas
La realidad de los hospitales en Lima deja mucho que desear: paredes con hueco, máquinas malogradas, pacientes que reciben atención de pie y gatos en los pabellones. Eso fue lo que encontramos en un breve recorrido en dos hospitales de la ciudad.
Los recién nacidos en el hospital María Auxiliadora tienen que ser atendidos con lámparas improvisadas, en vez de servocunas que les proporcionen calor a sus cuerpos, pues el único que tienen está malogrado
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Pero también parecen carecer de almacenes para guardar insumos médicos, pues en los pasillos del sótano se acumulan estas cajas de suero, lugar que debería estar libre ante cualquier emergencia, lo mismo pasa con esta ruma de muebles oxidados.
Médicos, residentes, internos y pacientes están todos en la unidad de otorrinolaringología y no hay lugar para la privacidad.
Algunos muebles lucen oxidados, pero no hay presupuesto para cambiarlos. En el hospital Dos de Mayo, en cambio hay mucho espacio, tanto que hasta los gatos se pasean en los pabellones de internos
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La humedad en este hospital esta pasándole factura al área de ginecología, las paredes se descascaran y los hongos ya se asoman. Situaciones que podrían empeorar la salud de los pacientes y que requieren de soluciones inmediatas.