Hoy:

    El círculo de confianza de la presidenta Dina Boluarte

    Desde el pasado 7 de diciembre, cinco personajes de suma confianza y discreción sostienen y asesoran al máximo poder político del país

    Video: Cuarto Poder

    La tarde que fue a tomar el poder, Dina Boluarte tenía claro con quienes debía hacerlo. Ese 7 de diciembre, esta mujer le cargó el saco amarillo que eligió para juramentar como Presidenta. Se fueron juntas para empezar un nuevo capítulo de su corta amistad.

    Esa mujer tiene un nombre peculiar: Grika Ayasag. Tiene 45 años y conoció a la actual presidenta durante la segunda vuelta de la campaña electoral. Cuando Boluarte juró como vicepresidenta no perdieron contacto, ocurrió todo lo contrario.

    Se reunieron permanentemente en privado y en público. Una de estas reuniones fue en Palacio de Gobierno el 25 de septiembre del 2021. Duró tres horas y media. Y desde esa fecha las visitas de Grika Ayasag a los ministerios se multiplicaron.

    Una de esas visitas fue el 20 de octubre del 2021 para entrevistarse con el entonces viceministro de Trabajo, Edilberto Jaime. El mismo que contrató como su asesor a Víctor Loyola. Un tipo con suerte, que en junio del año pasado, siguió escalando en el Estado, y llegó a ser nombrado Superintendente de Sunafil, organismo que pertenece al Ministerio de Trabajo.

    Víctor Loyola aún se mantiene en el cargo y mantiene, también, una sospecha que Cuarto Poder denunció en noviembre del año pasado y que involucra a Grika Ayasag, la misma mujer que acompañó a Dina Boluarte hasta el Congreso para juramentar como Presidenta. 

    Cuando el actual superintendente Loyola presentó su currículum para ingresar al Ministerio de Trabajo adjuntó un certificado de este Instituto: Virginia Henderson, donde se forman profesionales en Salud. Su fundadora es nada menos que Grika Ayasag. Aquí se le ve en la entrega de diplomas y en este video en una ceremonia de la empresa.

    El problema con el documento que presentó Loyola es que esa constancia está firmada por este hombre, Roberto Tejada Estrada, quien en noviembre pasado negó cualquier relación con dicho Instituto.

    Por esos días en el Instituto no quisieron hablar. Ahora, Grika Ayasag responde por un Whatsapp y asegura que ella tiene conocimiento que la escuela que fundó ya respondió a las Instituciones correspondientes.

    Le pedimos a la señora Asayag enviarnos las respuestas que el instituto le habría dado a las autoridades, pero al cierre de este informe no tuvimos respuesta. Y es que sus responsabilidades han cambiado desde que llegó a Palacio ese 7 de diciembre, literalmente, detrás de Dina Boluarte.

    A pesar de no tener experiencia en el sector público y no encontrar registro de alguna profesión concluida ha logrado un contrato con el Estado y una posición privilegiada en Palacio: La oficina de Dina Boluarte mira a la sala de embajadores, ahí afuera Grika tiene un escritorio a la espera del llamado de la mandataria.

    Cuentan que fue la encargada de llamar a los futuros ministros, ahora filtra las contrataciones del personal y se encarga, incluso, de toda la parte operativa alrededor de la presidenta, desde ver la agenda y ayudarla con sus útiles de escritorio. Hasta coordinar cada movimiento en los viajes que hace la mandataria como la vemos aquí en Arequipa.

    Pero Grika Asayag no es la única que llegó para quedarse desde ese 7 de diciembre. Esa misma tarde otro importante personaje también rodeaba a Boluarte en su camino a Palacio. 

    William Ciro Contreras Chávez es un abogado de 66 años que postuló junto a Dina Boluarte para ser el decano del Colegio de Abogados de Lima en el 2019. 

    No ganó esa elección, pero sí la amistad de Boluarte. Quien en agosto del 2021 lo convocó para ser su viceministro cuando la entonces vicepresidente asumió la cartera de Desarrollo e Inclusión Social. Lo necesitaba cerca. Ahí, afianzaron su relación personal y política. Por eso, también, la acompañó hasta el Congreso para tomar el poder.

    Pero antes del triunfo tuvieron que separarse, al menos formalmente. En septiembre del año pasado William Contreras tuvo que dejar el viceministerio porque la prensa hizo público un informe de Servir que concluía que no cumplía con los requisitos para el cargo.

    Fue un escándalo, a regañadientes Boluarte tuvo que aceptar la renuncia. Pero esos malos tiempos pasaron, el glorioso 7 de diciembre hizo su entrada a Palacio a pie. Cuentan que fue parte del reducido grupo de personas que eligió a los actuales ministros. Hace sentido, llegó a Palacio junto a quien sería el próximo premier, Alberto Otárola y a Julio Demartini, el actual ministro Desarrollo e Inclusión Social, la cartera que manejó junto a Dina Boluarte.

    No pudo participar de este informe porque se encuentra mal de salud. Por esa misma razón no va a Palacio hace muchos días pero cuando llama lo hace directamente a la Presidenta Dina Boluarte. Sólo él, el premier Otarola y este otro hombre tienen esa prerrogativa.

    También se dejó ver ese 7 de diciembre entrando a Palacio. Se llama Wigberto Nicanor Boluarte Zegarra. Es el hermano de la mandataria, un viejo militante de izquierda que le enseñó el gusto por la política y el camino laboral en el Estado.

    En el 2016 fue viceministro en el Gobierno de Ollanta Humala. Luego, tuvo otros puestos de menor responsabilidad pero que forjaron mayores lealtades con un hombre de su total confianza que hoy camina con discreción junto al máximo poder político.

    En 2017, Nicanor Boluarte, fue gerente del Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico). Ahí llevó, como su asesor principal, a Enrique Vilchez Vilchez, un abogado de 49 años que se ganó su confianza y que hoy es el actual Secretario General de Palacio de Gobierno.

    Vilchez maneja toda la parte administrativa y operativa de Palacio. No es asesor político, pero es importante dentro del ajedrez de Dina Boluarte. Lo escucha, es confiable y de perfil bajo.

    Se ganó la confianza cuando fue su secretario en su época de ministra. Para ir a ese puesto Vilchez dejó un trabajo tranquilo en la Municipalidad de Pueblo Libre. Es ahí cuando ocurre un enroque extraño: Vilchez va a trabajar con Dina y al instante la Municipalidad de Pueblo Libre contrató a su ex jefe y amigo, Nicanor Boluarte, como asesor.

    Ese trabajo le costó a Nicanor Boluarte una investigación en Contraloría. La ley dice que los hermanos de servidores públicos importantes, no pueden trabajar para el Estado. Pero mientras la investigación continúa, su hombre de confianza seguirá ayudando a su hermana presidenta, siempre cauteloso y discreto. Características opuestas al último personaje que cierra el círculo más pequeño y de mayor confianza de Dina Boluarte. 

    El hombre que escolta a pie el auto en el que Dina Boluarte llegó a Palacio luego de su juramentación se llama Morgan Quero. Llegó ese día a Palacio y se ha quedado hasta ahora. Tiene 53 años y fue su jefe de Gabinete de asesores cuando ella fue ministra. Ahora es, formalmente, el jefe de Gabinete Técnico de la Presidencia, y aunque a veces parece desorientado, es una verdadera influencia. 

    Cuentan que fue el responsable de una de las bajas en el Gabinete de Boluarte. El 25 de enero la entonces ministra de la Producción, Sandra Belaunde, presentó su carta de renuncia. La razón fue Morgan Quero. Fue propuesto para ser jefe de FONDEPES, una oficina que está bajo el mando del Ministerio de la Producción. Un cargo que Morgan Quero ya ocupó en el 2019. 

    Belaunde le dijo que ella había llegado al ministerio con la condición de decidir ella a los cuadros técnicos y que su pedido no era posible. El tema parecía cerrado cuando una llamada de la ministra de vivienda, Hania Pérez de Cuellar, la alertó de lo que podría pasar. 

    Finalmente, Belaunde renunció y Quero se quedó hasta ahora. Siempre al pendiente de las órdenes de la presidenta, es un asesor político de campo: coordinando cada detalle, cada saludo, cada pedido.

    Sin duda un hombre poderoso al que le han encargado aterrizar en hechos los diálogos que esta semana Dina Boluarte tuvo con los partidos políticos y autoridades que llegan a Palacio. En sus manos están los frutos de esas reuniones que buscan mantener la estancia en Palacio. 

    Una estancia que empezó el 7 de diciembre cuando Dina Boluarte y su círculo de mayor confianza llegaron a Palacio de Gobierno.