Cipriani niega las acusaciones de abuso y asegura que son falsas

Juan Luis Cipriani, exArzobispo de Lima negó rotundamente las acusaciones de abuso sexual en su contra, tras la denuncia publicada por el diario español El País el 25 de enero.

Cipriani niega las acusaciones de abuso sexual

En un comunicado emitido desde Madrid, el Cardenal aseguró: "No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie, ni en 1983 ni antes ni después". Indicó que en agosto de 2018 fue informado sobre la existencia de una denuncia en su contra, aunque sin recibir detalles específicos. Luego, en diciembre de 2019, se le comunicaron verbalmente una serie de sanciones, que incluían restricciones en su ministerio sacerdotal, la obligación de residir fuera del Perú y la solicitud de guardar silencio sobre el caso.

No obstante, el purpurado peruano reveló que, tras una audiencia con el papa Francisco en febrero de 2020, se le autorizó a retomar sus "tareas pastorales". Cipriani destacó que su actividad pastoral en los años siguientes es prueba de su continuo compromiso con su labor eclesiástica.

"Son acusaciones falsas"

Cipriani calificó de "grave" que se haya filtrado información que, según él, "parece proceder de documentación reservada por la Santa Sede", lo que podría vulnerar la privacidad de los procesos eclesiásticos. Reiteró que no es la primera vez que un cardenal enfrenta acusaciones falsas, subrayando que este tipo de relatos, cargados de detalles "escabrosos", no son nuevos en la Iglesia.

Al finalizar su declaración, expresó su 'repulsa total' hacia los abusos sexuales a menores y personas vulnerables, reafirmando su rechazo a este tipo de delitos. Aunque reconoció el dolor que la situación le provoca, subrayó que no guarda rencor al acusador: "Rezo por él y por todas las personas que han sufrido abusos por parte del clero católico". 

Denuncia contra Cipriani

Las acusaciones publicadas por El País provienen del testimonio de un hombre de 58 años, quien asegura que el Cardenal Cipriani abusó de él en 1983, cuando tenía entre 16 y 17 años. Según el relato, los hechos ocurrieron en un centro vinculado al Opus Dei, donde Cipriani fue sacerdote entre 1977 y 1988, antes de ser nombrado obispo por San Juan Pablo II.