Callao: extorsionadores desataron balacera antes de ser capturados
Los cabecillas de una organización criminal en el Callao cobraban cupos a las obras de construcción civil y hasta habían captado a menores de edad para cometer sus delitos.
Tras un arduo trabajo de la región Callao, se logró capturar a varios integrantes de las bandas delincuenciales que pretendían apoderarse de las obras de construcción civil. En las intervenciones se lograron incautar armas y vehículos para cobrar cupos.
Amedrentaban a sus víctimas con fotografías de pistolas y municiones siempre haciendo alarde de lo bien abastecidos que se encontraban, con tal de generar temor entre los trabajadores de las obras, quienes recibían constantes mensajes y videos amenazantes.
Sadan Valdivia Aranda de 30 años, Luis Manrique Chuquimango y Luisin Castañeda del Castillo, ambos de 29 años, se habían convertido en los reyes de las extorsiones en el primer puerto. Increíblemente, minutos antes de su captura, se encontraban reunidos en una cevichera planificando las zonas que se iban a repartir. Al ser interceptados desataron una feroz balacera dejando el lugar como una zona de batalla.
Este hombre al que escucha, es Luisin Castañeda del Castillo, un sujeto que pasó de ser futbolista de segunda división a convertirse en un criminal chalaco. Él sería conocido en Ventanilla debido a sus antecedentes asociados al tráfico de terrenos por lo que estuvo recluido en el penal Sarita Colonia. Esta fotografía donde luce un look distinto al de ahora, es de ese entonces cuando purgaba condena por pertenecer a una organización delictiva.
Los detenidos fueron ocho, pero eran tres cabecillas los encargados de cobrar el dinero producto de las extorsiones. Si sus víctimas no pagaban, enviaban a sus sicarios a amenazar a los ingenieros o maestros de las obras.
En la mira estaban las grandes y pequeñas obras, no había construcción a la que no le cobraran cupo alguno. Hablamos de montos que oscilan entre los 5 mil y 30 mil soles semanales o quincenales.
Criminales que tenían entre sus filas a jóvenes que bordeaban entre los 18 años y 30 años. Sicarios que eran que reclutados para convertirse en expertos gatilleros, uno de ellos fue Ederson Marcelo Reaño, quien, a su corta edad, era el que le cuidaba las espaldas a uno de estos tres cabecillas.
Este sujeto que hace poco había cumplido la mayoría de edad, desde que era un adolescente estaba inmerso en el mundo delincuencial, tiene antecedentes por robo agravado, tenencia ilegal de armas de fuego y homicidio. Un diestro sicario al que le gustaba vestirse bien, con ropa y zapatillas de marca, además de lucir costosos relojes, todo con el dinero de sus fechorías.
Mientras, el que aparece empuñando un arma en un video es Frank Serrantes Paredes, un sujeto de 27 años, que aparentaba ser joven inofensivo es sus fotografías, una imagen que distaba con su realidad, pues es un conocido sicario del Callao que cuenta con un rosario de delitos sobre sus hombros.
Un gatillero, que sin importarle nada, a plena luz, atacó a los integrantes de una banda rival, logrando herir a Josimar Almendrades, un sujeto que al parecer sería integrante de los autodenominados sindicalistas, un hombre que también cuenta con antecedentes y que colgaba mensajes como estos.
Con total frialdad, a la hora de su detención, Frank Serrantes contó los detalles de lo sucedido el día del atentado y cómo se deshicieron del arma que usaron. Según, el General Jorge Castillo, este sujeto mantenía un perfil bajo en las redes sociales, pero, sería una persona sin escrúpulos, violenta, manipuladora.
Tras un arduo trabajo de la región Callao, se logró capturar a varios integrantes de estas bandas delincuenciales que pretendían apoderarse de las obras de construcción civil. Incautándose armas y vehículos en los cuales se movilizaban para cobrar los conocidos cupos, haciendo alarde de sus armas de fuego.
En lo que va del 2023, en la zona sur del callao se han realizado más de 1000 operativos, deteniendo a 853 criminales, entre ellos 17 menores de edad. Entre los delitos más frecuentes en el primer puerto se encuentra la extorsión, el tráfico ilícito de armas, el sicariato y la comercialización de drogas, siendo el robo agravado el de menor incidencia.