Ayacucho: huaico destruye casas y cultivos, dejando damnificados

El alcalde del distrito de La Unión solicita ayuda urgente para la población.

Foto y video: Canal N

Un huaico ha dejado una huella de destrucción en el distrito de Unión Progreso, ubicado en la provincia de La Mar, Ayacucho.

Las lluvias torrenciales provocaron el deslizamiento de tierra y lodo, que invadió la zona urbana, dejando al menos 50 viviendas destruidas. En particular, la población del centro poblado de San Antonio ha sufrido las peores consecuencias, con casas de madera que no pudieron resistir la fuerza del huaico.

Además de perder sus hogares, los pobladores también vieron cómo sus animales y pertenencias quedaban sepultados bajo el barro.

Destrucción de infraestructura y daños en servicios básicos

El huaico no solo arrasó con viviendas, sino que también inundó varios colegios, lo que ha afectado a la educación de cientos de niños de la zona. Las escuelas de la comunidad quedaron bajo el agua, lo que ha dejado a los estudiantes sin acceso a sus clases. Asimismo, el sistema de agua potable y la electricidad en San Antonio fueron severamente dañados, lo que complica aún más la situación de emergencia que atraviesa la población.

El alcalde del distrito de Unión Progreso, Nerio Quispe, expresó su preocupación y solicitó de inmediato apoyo a las autoridades locales y regionales. El alcalde confirmó que las familias afectadas se han visto obligadas a recurrir a ollas comunes para poder alimentarse, ya que los cultivos de cacao y café fueron completamente destruidos.

El impacto en la comunidad agrícola

El principal sustento de las familias en esta región es la agricultura, especialmente el cultivo de cacao y café, productos que fueron devastados por el huaico. Muchos de los habitantes de San Antonio dependen de estos cultivos para sobrevivir, y la pérdida de estas cosechas pone en grave riesgo su bienestar económico.

El peligro no ha pasado: las quebradas de la zona siguen activas, y el riesgo de nuevos huaicos persiste, lo que mantiene a los pobladores en alerta constante. La situación es crítica, y las autoridades locales continúan trabajando en la evaluación de los daños y en la búsqueda de soluciones inmediatas.