¿Por qué hay mujeres que no identifican el orgasmo?

Durante las relaciones sexuales, suelen darse muchos casos en los que una mujer no identifica haber tenido un orgasmo, lo que puede ser una consecuencia del desconocimiento o a raíz de la abundante desinformación y mitos que existen alrededor del tema.

Pero, ¿cómo reconocer las señales de un orgasmo femenino?

Para Lilliam Fondeur, ginecóloga y especialista en terapia de pareja, una mujer debe aprender a conocer su cuerpo en torno al placer sexual, primero, para poder identificar un orgasmo, el cual puede presentar uno o más de los siguientes signos:

• Aumento de la presión arterial
• Sensación de taquicardia
• Aumenta la frecuencia respiratoria 
• Algunas mujeres pueden tener contracciones de los músculos de la vagina, de manera involuntaria

“Puedes sentir que pierdes el control por unos segundos, sientes que no eres tú, pero estamos hablando de décimas de segundos. Pero, no siempre, en ocasiones. Esos son los orgasmos que más recuerdas, pero hay otros orgasmos de mantenimiento”, señala la especialista en este video.

Es importante resaltar que no en todos los casos aparecen todos estos síntomas e incluso la eyaculación o un pequeño “desmayo” no son un condicional para asegurar un orgasmo. Según Fondeur, lo más característico se da con el aumento de la lubricación y de la irrigación sanguínea hacia la zona vaginal y del útero, por ello, tienden a “hincharse” o “latir''.

¿Existen diversos tipos de orgasmos femeninos?

De acuerdo a la ginecóloga, pueden haber orgasmos vaginales, a nivel de clítoris o los llamados “mixtos” que tienen relación con el cerebro, donde inicia el placer.

“El órgano sexual prioritario de la mujer no es el clítoris, es el cerebro. O sea, puedes tener un orgasmo hasta hablando por teléfono o hasta cuando tu pareja te besa las mamas. Pero, orgánicamente, el clítoris es la zona donde es más fácil conseguir el orgasmo”, agrega.

¿Por qué hay mujeres que no logran alcanzar el orgasmo?

Pueden existir diversos factores, más allá de la estimulación sexual. Entre ellos, según Fondeur, está el desconocimiento que tiene una mujer de su cuerpo frente a la masturbación o el logro del orgasmo por sí solas. Otra causa puede estar en la presión o el estrés:

“Las mujeres nos vamos a la cama con todo lo que tenemos (en la cabeza). Con la presión de tener un orgasmo, las cosas del trabajo, que si estoy muy gorda, si me habré afeitado bien… Nos vamos a la cama con tanta presión y con tan poco ejercicio de nuestra sexualidad, lo que lo hace mucho más difícil”, indica la especialista.

Asimismo, Fondeur indica que las mujeres desde niñas tienen menos contacto con su cuerpo y al ser adolescentes ven a la masturbación con mucha culpa o miedo, a diferencia de los varones, quienes desde adolescentes tienen una relación cercana con su pene y los orgasmos.

“Entonces, cuando ellos (varones) quieren, terminan porque ya es un ejercicio hecho. En cambio, tener un orgasmo es algo en lo que la mujer puede aún no tener mucha práctica o confianza”

Cabe resaltar que también influye la manera en la que recibimos una educación sexual y cómo lo percibimos desde casa con los padres. Si hubo confianza o hubo mucha restricción, ese es el mensaje que uno probablemente llevará a una relación sexual.