Hoy:

    ¿Por qué algunos niños tienen tos de perro y cuándo es grave?

    ¿Tu hijo vomita flema? ¿Cuánto dura la tos con flema? Un pediatra resuelve estas y otras sobre este cuadro respiratorio en niños

    Agitación y tos con flema significa que la condición ya compromete al bronquio.

    La tos seca y persistente, conocida como tos de perro o tos de foca es una condición respiratoria frecuente en niños pequeños que puede llegar a convertirse en un caso grave si no se reconocen los signos de alarma a tiempo. 

    Pero, ¿a qué se le llama “tos de perro” en niños?

    En conversación con ÚtileInteresante.pe, el Dr. Álvaro Altamirano, médico pediatra y asesor médico de Laboratorios Elifarma, explica que la tos de perro o tos de foca en niños consiste en una tos seca que muchas veces hace que suene un estridor laríngeo.

    “A eso se llama laringotraqueitis, esto atañe a la parte de la laringe donde están las cuerdas vocales. Comienza una tos seca y una afonía, o sea la voz se volvió ronca. Ahí ya sabemos que no solo está en las amígdalas, sino también ya bajó a la tráquea, indica.

    Agitación y tos con flema significa que la condición ya compromete al bronquio.
    Agitación y tos con flema significa que la condición ya compromete al bronquio.

    ¿Por qué un niño vomita flema cuando tiene tos?

    El especialista señala que cuando un niño pequeño padece de tos con secreciones, el mecanismo que utilizan, al no ser capaces expectorar, es deglutir la flema y esta va al aparato digestivo.

    Ante una tos excesiva y constante, los niños suelen tener náuseas y pueden vomitar la secreción flemosa. Es por ello que los padres lo ven como un signo de preocupación, pero no es más que un mecanismo indirecto de sacar flema. 

    ¿En qué casos una “tos de perro” en niños puede ser grave?

    Es importante tener en cuenta que la vía respiratoria de los niños es muy delgada y pequeña, a comparación de un adulto donde las secreciones pueden salir. Por ello, la flema puede obstruir tanto que justamente causa tos, agitación y malestar en los pequeños.

    Según el Dr. Altamirano, un signo de alarma de una tos en niños pequeños es cuando el menor comienza a agitarse y a toser con flema, ya que ello significa que la condición ya compromete al bronquio

    “Cuando yo escucho tos con flema y silbido de pecho, que es broncoespasmo; ya estoy ante un proceso bronquial y eso sí es importante que lo evalúe rápidamente el pediatra o en emergencias porque un paso más y estamos de repente ante una neumonía, agrega. 

    Otro signo de alarma es cuando el niño está decaído, echado y no tiene la energía para moverse, le falta aire y duerme mucho. Esta baja en la actividad física del niño también es un signo de que requiere atención médica. 

    ¿Cuánto debería durar la tos con flema y fiebre en niños pequeños?

    El Dr. Altamirano indica que toda fiebre no debería durar más de tres días y lo que es secreciones, tanto en la congestión nasal como la tos con flema; por lo general, en niños pequeños menores de cinco años puede durar hasta siete días con tratamiento.

    En algunos casos las secreciones pueden tardar en desaparecer hasta en dos semanas, justamente por el mecanismo de que los niños pequeños no saben expectorar cuando producen flema.

    “Cuando un virus entra al bronquio, lo que hace es inflamar la parte respiratoria, ya sea la parte respiratoria alta o la bronquial. Si ha inflamado la parte bronquial, el bronquio lo que hace es secretar moco pegajoso, difícil de botar y se puede extender hasta dos semanas”, añade el especialista.

    La tos con flema en niños puede tardar en desaparecer entre 5 a 14 días con tratamiento.
    La tos con flema en niños puede tardar en desaparecer entre 5 a 14 días con tratamiento.

    ¿Cómo se trata una tos persistente con flema en un niño?

    Tras la evaluación de un pediatra, el especialista puede ver conveniente recetar expectorantes, broncodilatadores o incluso antihistamínicos

    Si el menor tiene broncoespasmos, el Dr. Altamirano también indica que se puede recetar inhaladores o corticoides, según cada caso. Sin embargo, es importante entender que lo último que se va progresivamente es la tos. 

    “Podemos utilizar fluidificantes de la flema y en algunos casos, nebulizaciones para abrir ese bronquio y ayudar a que el niño se libere de esa secreción y respire más tranquilo”, asegura el doctor.

    De ser un caso muy fuerte, es posible que los especialistas indiquen la hospitalización puesto que hay necesidad de oxígeno. En cinco a siete días, con manejo endovenoso, el menor va mejorando y saliendo del cuadro.

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