¿Son los ‘hipsters’ capaces de impulsar el crecimiento económico urbano?

Por: Ricardo Zimic / @rzimic

Las ciudades no son entes estáticos, sino todo lo contrario. Al estar habitadas por numerosas personas diferentes con actividades, metas e intereses también diversos, se mantienen en constante transformación.

Este proceso de cambio continuo no siempre deja a todos felices o satisfechos, la dinámica económica en grandes ciudades muchas veces excluye a grupos que terminan prácticamente marginados. En este grupo están los mendigos y la población en situación de pobreza.

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Sin embargo, tal como relata un reportaje de EfectoNaim, medidas de autoridades locales, inversiones de grandes empresas o iniciativas colectivas de ciudadanos pueden impulsar la redinamización de zonas de su ciudad marcadas por la pobreza. Ejemplos de aquello son San Francisco, Nueva York, Cartagena o Pekín.

Es así como distritos empobrecidos o violentos de grandes urbes se han convertido, tras una ola de inversiones en cultura, educación y tecnología, en polos de desarrollo urbano. La llamada cultura 'hipster', de moda entre profesionales acomodados, se ha instalado en varios de estas renovadas localidades.

Pero el fenómeno urbano denominado 'gentrificación' también genera perdedores: numerosos los inquilinos de zonas antes baratas se ven obligados a buscar otro lugar donde vivir ante el incremento del alquiler y demás costos de vida por la renovación del distrito.

Se trata de cambios y más cambios por los que pasan las ciudades, procesos impulsados por grupos humanos y cuyo búsqueda de equilibrio en beneficio de todos resulta un reto aún por resolver. Lo cierto de todo esto es que hablamos de fenómenos sociales interesantes y necesarios de analizar apuntando siempre hacia soluciones innovadoras e inclusivas.

Mira el reportaje elaborado por EfectoNaim en el video al inicio de esta nota.