Hoy:

    Clinton y Trump volvieron a las acusaciones cruzadas durante último debate

    Los dos candidatos a la Casa Blanca presentaron sus ideas y propuestas para conducir Estados Unidos ante millones de ciudadanos

    Hillary Clinton y Donald Trump. (Vía: AFP)

    Se realizó el esperado encuentro. Hillary Clinton y Donald Trump, dos candidatos que se presentan como polos opuestos en la política estadounidense, protagonizaron esta noche un debate crucial para pavimentar el camino hacia la Casa Blanca en las elecciones presidenciales en apenas 20 días.

    Fue el tercer debate entre los dos aspirantes, el cual representó la última oportunidad para presentar sus ideas y propuestas ante millones y millones de telespectadores en esta recta final para los comicios del 8 de noviembre.

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    Ambos candidatos ya protagonizaron dos debates en esta campaña, que aunque tenían una agenda predeterminada de temas se convirtieron en un verdadero festival de golpes bajos, acusaciones de ambos lados, discusiones sobre la vida sexual y hasta amenazas de prisión.

    Antes de este último encuentro, Clinton dedicó varios días a su preparación, al punto de mantener una muy ligera agenda de actos públicos para encerrarse en un hotel con un selecto grupo de asesores y auxiliares, de forma de no dejar ningún punto librado al azar.

    En contrapartida, Trump mantuvo una intensa agenda de discursos públicos y reservó apenas algunas horas de cada día para discutir con sus asesores próximos el contenido del debate.

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    El encuentro se realizó en la Universidad de Nevada, en Las Vegas, y aborda temas como migración, economía y el nombramiento de un puesto de juez que se encuentra vacante en la Corte Suprema.

    En general, el promedio de los diversos sondeos realizados (que consideran el escenario nacional o la disputa en estados considerados claves) arrojan una ventaja de Clinton de entre cuatro y siete puntos sobre Trump, que de esta forma está ante la urgencia de un sólido desempeño para equilibrar la partida.

    Al mismo tiempo, los dos debían mantener un delicado equilibrio entre evitar las asperezas para sonar como políticos confiables, y atacar las fragilidades del adversario, aunque esta última tendencia fue claramente predominante en los dos debates previos.

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    Como ambos tienen índices de rechazo superior a 55% entre los electores, una nueva noche de debates plagado de golpes bajos difícilmente ayudaría a alguno de los dos en convencer a los numerosos electores que aún están indecisos.

    - Polémicas sin fin 

    Tanto Clinton como Trump llegaron a este debate acosados por las interminables polémicas de las últimas semanas.

    En el caso de Trump, desde la semana pasada dedicó parte importante de sus discursos públicos a denunciar que la elección del 8 de noviembre estará manipulada para garantizar la victoria de Clinton.

    En especial, Trump ha pasado a reservar parte de sus discursos a golpear sin piedad a la prensa, a la que considera "deshonesta" por divulgar constantemente "ficciones" sobre él.

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    La agresiva retórica de Trump sobre la posibilidad de manipulación de las elecciones llevó al martes al propio presidente Barack Obama a meterse en la discusión para pedir que el polémico millonario "pare de quejarse".

    Obama dijo que el gesto de Trump de cuestionar el proceso electoral era "irresponsable" pues "no muestra el tipo de liderazgo y firmeza que uno desea ver en un presidente".

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    "La democracia, por definición, funciona por acuerdos, no por la fuerza. Yo nunca he visto en mi vida ni en la historia política moderna a un candidato buscando desacreditar el proceso electoral antes de que la votación tenga lugar", criticó.

    En un acto público en Colorado Springs (Colorado, oeste), Trump suavizó ligeramente esa declaración, pero mantuvo que "el sistema es manipulado por los donantes que dan centenares de millones de dólares a 'Hillary la Tramposa'. Es un mal sistema".

    (AFP)