A 31 días para Brasil 2014: aún quedan obras pendientes para el Mundial
En estadios, aeropuertos y redes de telefonía todavía no se culminan los trabajos
Brasil tiene muchas obras pendientes, tanto en estadios de fútbol como en aeropuertos o redes de telefonía, cuando este lunes falta un mes exacto para que ruede el balón en el partido inaugural del Mundial 2014.
Tres estadios, los de Sao Paulo, Curitiba y Cuiabá, todavía están sin acabar y cerca de la mitad de las doce sedes necesitan hacer grandes inversiones de última hora en obras de urbanización e infraestructura.
Uno de los recintos que más preocupa a la FIFA es el Beira-Río de Porto Alegre, donde están inacabadas las obras de urbanización en torno del estadio y las del estacionamiento.
El estadio más atrasado, el Arena da Baixada de Curitiba, celebrará su primer partido oficial de prueba el próximo miércoles, entre el Atlético Paranaense y el Corinthians, aunque sin la capacidad completa, pues aún faltan de instalar algo más de 10 mil asientos.
Aeropuertos con obras inconclusas
Cuando los aficionados lleguen a Brasil, se encontrarán con obras en varios aeropuertos, entre ellos el de Río de Janeiro y muy probablemente el de Cuiabá, que ostenta el poco honroso título de ser el peor del país.
En Fortaleza se está instalando un terminal de pasajeros temporal, con una tienda de lona de 1.200 metros cuadrados, dada la imposibilidad de concluir a tiempo las obras de ampliación.
El aeropuerto internacional de Guarulhos de Sao Paulo, el más importante del país, inauguró el pasado domingo un nuevo terminal, en el que se registraron varios problemas, como la falta de bancos para sentarse y algunos atrasos en la entrega de equipajes.
El público total de los 64 partidos del Mundial rondará los 3 millones de personas y, según cálculos oficiales, se espera que viajen al país unos 600.000 extranjeros.
Otra de las principales preocupaciones de la FIFA y del Gobierno es la instalación de las redes de telefonía y de datos, atrasada en seis estadios, según admitió el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva.