Yurimaguas: crimen de pareja de empresarios habría sido por préstamo

El 19 de septiembre los esposos y empresarios ferreteros Jenny Bardales Abad y Carlos Arévalo Vásquez recibieron la llamada del comerciante Edgardo Coelo Linares, quien los citó en su casa en Yurimaguas para hablar supuestamente de negocios. Los Bardales Arévalo fueron a su encuentro. Ahí, tres personas los esperaban, entre ellos un colombiano. Sin embargo, ni bien ingresaron al lugar empezaron a vivir una pesadilla y con amenazas los llevaron a un fundo.

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Los esposos al borde de la desesperación tuvieron que acceder a las peticiones de los delincuentes. Jenny Bardales fue obligada a llamar a su secretaria para que retire todo el dinero que pueda de sus tres empresas. Al día siguiente, a las 8 de la mañana, sólo habían logrado reunir 13 mil soles con esa cantidad en manos, supuestamente debían liberarlos, pero no fue así.

Dos días después, los cuerpos fueron hallados en una fosa hasta ese momento, la policía no lograba comprender, porqué los asesinaron si habían entregado el dinero para su liberación.

“Se nota que la intención era aniquilarlos porque las fosas ya estaban hechas, entonces la intención que se establece acá es que no era para secuestrarlos ni pedir más dinero sino que era para victimarlos”, mencionó el coronel PNP Miguel Rojas.

Luego del cruce de informaciones, la policía logró capturar al colombiano Darío Sopla Guevara, cuando intentaba huir a su país. A él se le encontró gran parte del dinero del rescate por lo que no le quedó más que reconocer la autoría del doble crimen.

“Estaban amarrados. Yo quería liberar a Jenny, les dije que caminaran hacia adelante, ya tenía la orden de dejarlos para matarlos […] Edgardo me da la orden para matarlos, porque no podía dejarlos vivos, ellos me suplicaban porque los vamos a matar si han trabajado para nosotros”, mencionó Sopa Guevara a la Policía.  

Estas últimas palabras han generado dos hipótesis para la policía, la primera es que los esposos habrían concretado un negocio perjudicando al comerciante Edgardo Coelo y éste habría contratado a los colombianos para asesinar a la pareja. La segunda suposición es que Edgardo Coelo y los colombianos serían prestamistas a quienes los esposos siempre recurrían. Sin embargo, para comprar su último local ferretero, ni Jenny Bardales, ni su esposo Carlos Arévalo los buscaron y prefirieron no contar con ellos. Esto habría sido su sentencia de muerte.

Aunque todo está en investigación, en Yurimaguas es un secreto a voces que estos crímenes llevan el sello del ‘Gota a gota’, un informal sistema de préstamos traído al Perú desde Colombia y que estaría regentado por criminales vinculados a la guerrilla y el narcotráfico.

Ever Herrera Rojas, el chofer que trasladó a las víctimas hasta el fundo, dijo esto: “A mí me gusta manejar. Yo estaba es cierto, yo lo estuve esperando a mí me abre la puerta ese famoso colombiano que se llama Darío, él me hace entrar, él me dice aquí vas a colaborar, aquí van a venir dos señores y al ratito viene mi hermano y nos han apuntado con la pistola agresivamente para colaborar, yo no sabía que iba a suceder esas cosas”.

Esta especie de sistema financiero clandestino, estaría en nuestro país desde el 2012 y aunque no existe ninguna denuncia el llamado ‘Gota a gota’ estaría presente en varias regiones del norte, también en Lima, Ica y en Loreto. En este crimen se ha detenido a cuatro colombianos.  La policía no descarta que hayan ingresado de manera ilegal al país huyendo de las autoridades colombianas.  El ‘Gota a gota’ nació en Barranquilla en la década de los 80 y ahora ha extendido sus tentáculos hacia México, Brasil, Argentina, Ecuador, Chile y Honduras. Su forma de cobranza incluye secuestros y extorsiones.

Además de los cuatro colombianos, hay otros 7 detenidos.  “Todos han cumplido un rol desde el momento que los citan, llevan los alimentos, recogen el dinero/ todos son conocidos de la zona”, coronel PNP Miguel Rojas.

Los que están echando mano de esta nueva modalidad de préstamos, son los comerciantes y microempresarios de esta zona del país que por evitarse engorrosos trámites bancarios, no miden el grado de peligro al que se exponen pues una vez aceptado este crédito callejero, los intereses crecen día a día y se hacen impagables, es más cobran desde el 10 al 25 %, cuatro o cinco veces más que en los bancos.

Lo peor es que aquél no paga a tiempo, empieza a recibir amenazas que luego pueden derivar en agresiones físicas o asesinatos. La policía investiga si esta fue la causa del homicidio de los Arévalo Bardales.  

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Los familiares de las víctimas, por temor, han preferido no pronunciarse. Si bien todo apunta a que los prestamistas de la modalidad ‘Gota a gota’ habrían acabado con la pareja, la policía sigue atando cabos, pero aún no se llega a los cabecillas. Mientras tanto esta modalidad sigue captando víctimas que aceptan el dinero sin sospechar que provendría del narcotráfico y que una vez aceptado el préstamo, sus vidas ya tienen precio.