El Parque Industrial de Villa El Salvador, que alguna vez fue un próspero epicentro de producción y comercio, hoy se asemeja a un pueblo fantasma.
La pandemia y la ola de delincuencia que azota el distrito han dejado a más de cuatrocientos empresarios y microempresarios al borde de la quiebra. Locales cerrados, robo a mano armada y extorsiones son parte del día a día.
Uno de los casos más representativos es el de Don Teófanes Vivanco, quien tuvo que cerrar su tienda tras ser asaltado junto a su familia, perdiendo cincuenta mil soles en el proceso.
La inseguridad ha convertido al Parque Industrial en un lugar desolado, donde los patrullajes policiales son escasos y los empresarios viven con temor constante.
Se preparan para próximas campañas
A pesar de este panorama, los emprendedores mantienen la esperanza y se preparan para las próximas campañas del Día del Padre y Fiestas Patrias, buscando revitalizar sus negocios.
Sin embargo, la falta de apoyo y seguridad por parte de las autoridades locales y del estado se hace cada vez más evidente, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de este importante motor económico.
