El vía crucis de pescadores y comerciantes afectados con el derrame de petróleo
Para los pescadores artesanales de costa y comerciantes del muelle de Ancón su vía crucis empezó el pasado 15 de enero y no saben cuánto tiempo durará.
El panorama en el muelle de Ancón dista mucho de ser normal. Tres meses han pasado del derrame de petróleo de un buque de la empresa Repsol en las costas de Ventanilla y las consecuencias siguen muy vigentes.
Daño ecológico a las caletas cercanas ha extinguido la pesca costera, repercutiendo directamente con un menor número de comerciantes en el muelle donde se ofrecen peces traídos solamente de alta mar.
Carmen Ávila empezó a vender en el muelle de Ancón desde los 8 años. Décadas después asegura vivir su peor año como vendedora de especies marinas.
Además, su exigente clientela busca una variedad de peces que ahora se han perdido a causa del derrame de petróleo.
Los clientes acuden a realizar sus compras, pero muchos regresan a sus casas o buscan otras alternativas.
Para los pescadores artesanales de costa y comerciantes del muelle de Ancón su vía crucis empezó el pasado 15 de enero y no saben cuánto tiempo durará.