Hoy se cumplen 17 años desde que el devastador sismo de magnitud 7.9 grados sacudió Pisco el 15 de agosto de 2007, dejando más de 500 muertos y afectando gravemente las regiones de Ica, Lima y Huancavelica.
A las 18:40 horas, un fuerte temblor de una duración de tres minutos y treinta segundos destrozó la ciudad. Un tsunami posterior arrasó con gran parte de la costa de Pisco.
Medios como América Noticias y Canal N llegaron al lugar del desastre al día siguiente, registrando un total de 596 fallecidos, la mayoría de ellos en la iglesia San Clemente, donde el techo colapsó durante una misa.
Más de 76,000 viviendas de adobe y ladrillo fueron destruidas, dejando a 434,000 personas a la intemperie, durmiendo en las calles por temor a las réplicas.
Las carreteras, como la Panamericana Sur, quedaron intransitables, y los hospitales se vieron desbordados, obligando a improvisar espacios para atender a los heridos.
A 17 años del trágico evento, la reconstrucción de Pisco avanza solo en un 80%, dejando a muchas familias aun viviendo en condiciones precarias.
La población espera que la ciudad sea finalmente reconstruida por completo, recordando la necesidad de estar mejor preparados para futuros desastres naturales.
Homenaje póstumo a víctimas
Hoy, en conmemoración de este trágico evento, las autoridades y la población de Pisco llevan a cabo diversas actividades en señal de duelo y recuerdo.
Desde tempranas horas, se izó el pabellón nacional a media asta. Posteriormente, se realizará una ofrenda floral en el cementerio general.
A las tres de la tarde, se llevará a cabo un simulacro de sismo, seguido por una vigilia en el frontis del templo donde fallecieron múltiples víctimas.
La jornada concluirá con una misa en honor a los fallecidos. Este día sirve como un recordatorio de la necesidad de estar siempre preparados ante posibles desastres naturales.
