Santivañez y la sombra del prófugo Juan Silva
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, enfrenta serios cuestionamientos por su pasado como abogado de empresas y figuras vinculadas a casos de corrupción durante el gobierno de Pedro Castillo
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, es la máxima autoridad de la Policía Nacional del Perú después de la presidenta de la República. Sin embargo, su papel como defensor del orden se ve empañado por su pasado, que ahora sale a la luz debido a sus vínculos con el entorno del prófugo exministro de Transportes, Juan Silva.
Vínculos con el entorno de Juan Silva
Cuarto Poder ha accedido a documentos que vinculan directamente al ministro Santiváñez con personas y empresas relacionadas con Juan Silva. Durante el gobierno de Pedro Castillo, Santiváñez, a través de su estudio de abogados, representó a China Rail Way N. 10, una de las constructoras implicadas en casos de corrupción en el Ministerio de Transportes bajo la gestión de Silva. Además, Santiváñez también ha defendido a Anatoly Bedriñana, exjefe de gabinete de asesores de Silva y actual asesor del propio ministro Santiváñez.
Zamir Villaverde y el escándalo de las coimas
Zamir Villaverde, quien se ha convertido en un colaborador eficaz en las investigaciones, entregó audios que revelan conversaciones entre él y Juan Silva, donde se discuten sobornos en efectivo. En uno de estos audios, Villaverde menciona a Anatoly Bedriñana, lo que refuerza la conexión de Santiváñez con figuras clave en el caso de corrupción.
El papel de China Rail Way N. 10
China Rail Way N. 10, implicada en el pago de sobornos para obtener licitaciones, acudió al estudio de abogados de Santiváñez para su defensa legal. Este hecho sitúa al actual ministro del Interior en el centro de un escándalo que cuestiona su integridad y su capacidad para liderar la lucha contra la corrupción.
La defensa de Anatoly Bedriñana
El ministro Santiváñez no solo defendió a Bedriñana en casos relacionados con su rol en el Ministerio de Transportes, sino también en una acusación por usurpación agravada, donde Bedriñana fue condenado en 2023 a tres años de pena privativa de la libertad. Santiváñez ha justificado públicamente la contratación de Bedriñana como asesor, argumentando el derecho al trabajo de su antiguo cliente.
A medida que surgen más detalles sobre sus conexiones con el entorno de Juan Silva, la presión sobre él crece. La sombra del exministro prófugo continúa acechando a Santiváñez.